¿Cómo define usted la educación de calidad? Una de las cosas que hablé esta semana con la ministra colombiana Yaneth Giha Tovar, es que la educación tiene que combinar dos elementos muy importantes. Se tiene que mezclar, de una manera eficaz, las competencias académicas con el desarrollo socioemocional (competencias que un niño necesita para ser feliz en la vida. Por ejemplo, aprender a creer en sí mismo, definirse retos, creer que puede cumplir esos retos, ser perseverante, buscar la excelencia, trabajar en equipo, respeto por el prójimo y tener poder de determinación). No podemos darle más importancia a uno que otro. La educación tiene que incorporar ambos elementos.En el caso de Colombia, veo que ya la sociedad está tomando en serio el desarrollo de estas competencias para los chicos, son competencias para la vida. Hay muchos puntos claves para garantizar una educación de calidad a la primera infancia. Pero ¿cuáles son los pasos iniciales que debe dar un Gobierno?El elemento fundamental para que cualquier país tenga una educación de calidad es asegurarse de tener los mejores maestros. Hay un montón de cosas que hay que hacer bien. La misión de los países es darle una buena experiencia todos los días del año a millones de niños. Es proveer un servicio muy difícil, muy complicado. Debe tener una buena infraestructura, un colegio que esté bien manejado, insumos, libros, computadores. Pero el elemento fundamental, en definitiva, es el maestro. Tiene que haber una focalización de los gobiernos y asegurarse de tener a los mejores maestros, son las personas que están durante horas, todos los días del año, trabajando con nuestros niños, nuestros hijos.¿Hay algún país referente en liderazgo con los profesores?Los países que siempre se mencionan como historias de éxito: Singapur, Corea, Finlandia. Son sociedades que valoran la profesión del maestro y no solamente están bien remunerados. Pero, por otro lado, configuran la carrera del maestro como un reto, se tienen oportunidades de desarrollo profesional, es difícil estudiarlo, es un carrera prestigiosa. O sea si usted es maestro es una persona talentosa que ha pasado por barreras y varios filtros. Por ejemplo, en Finlandia es muy difícil ser maestro de una escuela pública. Es prestigioso. Tenemos que preguntarnos: ¿esta sociedad valora realmente la profesión del maestro?¿Cómo ve usted la formación docente en Latinoamérica ? ¿Cuales son los retos ?El elemento fundamental del proceso educativo es el maestro y ahí es donde uno se da cuenta de las deficiencias que tenemos en América Latina. Hay países donde no se está invirtiendo lo suficiente y no se está poniendo la prioridad política en los centros de formación de docentes. Hay que asegurarnos que sean los mejores quienes entran a la carrera docente, que los procesos de nombramiento de maestros se dé después de procesos complicados, exigentes, retadores, duros. El maestro es el elemento fundamental en que la sociedad invierte en sus niños. Tengo que asegurarme de que sean los mejores. Ahí tengo muchísimo que avanzar: en la formación de los profesores, en su selección y mecanismos de formación.¿Qué tan importante el salario en esa ecuación?Hay que atraer gente que, por un lado, le interese una carrera retadora y difícil. Pero por otro lado, una persona que tenga un costo oportunidad alto en el mercado de trabajo. No se puede tener una carrera docente con un salario muy bajo. Si una sociedad valora a alguien tiene que asegurarse de que esa persona pueda mantener a su familia. También importa que los incentivos, algunos monetarios y otros no monetarios, premien a la persona que tiene una sana ambición. ¿Qué importancia tiene la tecnología en la educación de calidad? La tecnología es parte de la vida. Si se tienen tablets y computadores, la experiencia educativa es mucho más rica, entretenida y eficaz. Pero para que se pueda usar esta tecnología es necesario una persona hábil, un ciudadano digital. Poner tecnología en el aula solo sirve y es fundamental si se tienen maestros que son ciudadanos digitales, que usan de manera efectiva la tecnología. La tecnología no es una varita mágica. Tenemos que ser muy maduros en cómo enfrentamos el tema de la tecnología. Si decidimos introducirla en el aula, se debe tener el hardware, software, las instalaciones eléctricas para poder poder tener conectados 30 computadores al mismo tiempo. Acceso a internet. Esa es la parte fácil porque se soluciona con plata. Lo más difícil es asegurarse de que el profesor pueda utilizar de manera eficaz la tecnología. Hay que trabajar muchísimo con ellos. La educación de calidad, además de disminuir la desigualdad, qué otros aportes le puede traer a un paísLos países que son exitosos piensan: nos tenemos que ocupar de la educación de los chicos. Vemos en muchas sociedades, por ejemplo, en los países donde la gente con más dinero, dice voy a matricular a mi hijo en una escuela privada, que muchas veces es una buena educación, y el resto no sé. Ese no es mi asunto. No es mi problema.Los países nórdicos han acordado: nosotros queremos que todos los niños tengan una educación de buena calidad y la misma educación. Allí el sistema público tiene el 99% de los estudiantes. Nos tenemos que asegurar como sociedad que todos, no importa si se tiene plata, donde nació, si es niña o niña, acceda a la educación. Estos países dicen: mi contrato social es que los chicos tengan acceso a una educación de buena calidad. ¿Frente a latinoamérica cómo está Colombia? ¿Qué ha encontrado el Banco Mundial?Colombia, como varios países de la región, está en el camino correcto pero yo creo que es un camino largo todavía, en el que hay que seguir avanzando. Hay que seguir en esa ruta de manera tenaz y persistente. Es un esfuerzo que requiere un compromiso de toda la sociedad, invertir más en educación, no solo desde el punto de vista financiero sino tenerlo como un compromiso político. Hay que asegurarse que eso siempre se mantenga porque el esfuerzo educativo en cualquier país debe ser persistente.Este y otros temas serán abordados en la Cumbre Líderes por la Educación 2018 que se llevará a cabo en Bogotá el próximo 19 y 20 de septiembre más información aquí.