Acceder a educación superior en la ruralidad es uno de los grandes retos del país en materia de cobertura educativa. Para revertir esta realidad, el desarrollo de la educación técnica y el fortalecimiento de las oportunidades de acceso a programas tecnológicos ha sido clave.
El Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) ha sido uno de los precursores de esta modalidad de educación superior en Colombia. Durante el cierre del primer día de la 10° Cumbre Líderes por la Educación, el director de la entidad, Jorge Eduardo Londoño, explicó cómo están avanzando para fortalecer su oferta educativa en los territorios rurales del país.
De acuerdo con Londoño, “han llegado a todos los municipios del país” y han tenido como filosofía que “el Sena llegue a los campesinos directamente”, con el fin de que, sin importar las condiciones socioeconómicas y geográficas, estas poblaciones cuenten con acceso a educación desde sus territorios.
A través de metodologías de enseñanza móviles y kits de aprendizaje, han logrado llegar a las diferentes regiones del país. Recientemente, una de las novedades de la entidad es la construcción de seis aulas móviles fluviales que les permitirán a finales de 2024 acceder a más rincones del país, como el departamento de Chocó o lugares apartados del Amazonas.
El papel de los instructores del Sena ha sido vital para el desarrollo de este tipo de iniciativas, por lo que han buscado “recuperar los saberes campesinos” por medio de la certificación técnica.
“Hoy por hoy un campesino no necesita ningún grado de instrucción para acceder a estos cursos. Un líder campesino incluso puede ser formador del Sena en la transmisión de saberes”, indicó Londoño.
Para el director general de la entidad, esto ha sido gracias a que se ha construido un “diálogo de saberes con los campesinos”.
CampeSENA es uno de los programas insignia que ha promovido esta cercanía con las poblaciones rurales, se han centrado en “potenciar el agro y fortalecer no solo desarrollo productivo de las regiones, sino el sostenimiento económico y el progreso de las comunidades”.
El programa que próximamente se convertirá en política de Estado, de acuerdo con Londoño, ”tiene un gran presupuesto en beneficio de los campesinos, con una inversión de 60.000 millones en 2023 y un estimado de 200.000 millones de pesos para atender y llegar a la ruralidad en 2024″.
Esta inversión está enmarcada en la apuesta del Sena por fortalecer la economía campesina, que según el director de la entidad debería ser un compromiso de todo el país, puesto que “el 72 por ciento de lo que los colombianos comen proviene de la economía campesina, que es la que nos provee la seguridad y la soberanía alimentaria”.
Frente al rol del Gobierno nacional, Londoño aseveró que ha tenido un papel activo en la entrega de recursos para la educación técnica; sin embargo, dijo que aún hace falta mucho más para que la entidad siga llegando a las zonas más alejadas del país y “atender a 1.800.000 personas al año”.
Londoño finalizó destacando que, a pesar los grandes retos de acceso, gracias a las iniciativas permeadas por la virtualidad han creado una relación más cercana con las poblaciones rurales, comunidades indígenas y afrodescendientes.