La tan anhelada paz para Colombia quedó de lado. La crisis económica mundial ha tocado al país, con un barril de petróleo a 30 dólares y un descenso de las exportaciones. El gobierno ha tenido que echar mano de políticas económicas impopulares como devaluar el peso colombiano (hoy la cuarta moneda del mundo con mayor devaluación en el último trimestre). Además, con tantos compromisos adquiridos el gobierno nacional plantea una reforma para aumentar el IVA, gravar libros y textos escolares y avanzar en una reforma tributaria que afectará a las clases medias y bajas. Queda comprobado que si algo altera a una sociedad son las reformas que atacan su bolsillo. Por eso, las redes sociales se han convertido en el medio de expresión del inconformismo. De hecho, desde hace dos semanas empezó a circular una propuesta de hacer un paro nacional el próximo 24 de enero. Está bien movilizarse y muchas personas comparten imágenes de los lugares de encuentro para ese día. Pero hay un pequeño detalle: el 24 de enero es domingo. ¿Es un chiste? Es cierto que somos un país que se identifica con el realismo mágico y se siente orgulloso de eso, pero ¿qué se pretende parar? ¿La ciclovía? Un paro es una protesta en la que se paralizan las actividades laborales por diferentes motivos. En algunos lugares se les llama huelga y, si se convoca de forma nacional, se asume que pararán las actividades empresariales, los sindicatos salen a las calles, se cierran comercios y las instituciones públicas lideradas por varias asociaciones sindicales detienen las actividades. ¿Cómo es que estamos replicando y convocando un paro el domingo? Alguien nos toma del pelo. Y lo más triste es que la gente cree y comparte todo lo que aparece en Internet como si fuera cierto. Caemos en cadenas sin soporte. Al indagar quien convoca el paro no aparece nadie. Hasta el momento ninguna central obrera se ha manifestado frente a la convocatoria para un paro y ¡menos un domingo! Además, lo que se está llamando paro es una convocatoria para realizar marchas ese día. Circula una imagen con puntos de encuentro en las principales ciudades, entonces no es un cese de actividades, es una movilización, y eso es diferente. Eso se puede programar cualquier día, así que están convocando a algo que no tiene soporte y que no es lo que dice ser. Si queremos un cambio en el país y si queremos movilizarnos debemos aprenderlo a hacer. No es posible que critiquemos la ignorancia del gobierno con más ignorancia y multiplicando informaciones como verdaderas cuando parecen sacadas de un artículo de Actualidad Panamericana. (*) Editor Jefe de Semana Educación PARA EL DEBATE ¿Cuál es su opinión sobre la propuesta de parar un domingo? Deje sus comentarios en nuestro Twitter @SemanaEd y @hurtadobeltran.