Entre enero y junio de 2024, Bogotá ha visto el cierre de 26 instituciones educativas privadas, de acuerdo con la información proporcionada a SEMANA por la Secretaría de Educación del Distrito. Este fenómeno no es aislado, sino que forma parte de una tendencia nacional en la que, según el Directorio Único de Establecimientos Educativos, 769 colegios privados han cerrado en los últimos dos años.
Cerrar una institución educativa en Bogotá es un proceso reglamentado que busca mitigar el impacto sobre la comunidad educativa. De acuerdo con el Decreto 1075 de 2015, los colegios deben cumplir con dos requisitos clave antes de cerrar sus puertas. En primer lugar, deben informar a la comunidad educativa y a la Secretaría de Educación del Distrito con al menos seis meses de anticipación. En segundo lugar, deben entregar los registros académicos de los estudiantes a la Secretaría para que esta expida los certificados correspondientes.
El incumplimiento de estos requisitos puede desencadenar un proceso sancionatorio, además de poner en riesgo la continuidad educativa de los estudiantes, quienes podrían quedar sin acceso a una educación estable si el cierre no se gestiona de manera adecuada.
Aunque los colegios no están obligados a especificar las razones exactas de su cierre, los factores económicos parecen tener un papel importante. Algunos de estos factores pueden estar relacionados con cambios demográficos, problemas administrativos o la disolución de sociedades que administran estas instituciones. En Bogotá, la disminución de la tasa de natalidad ha influido en la demanda educativa. Entre 2008 y 2021, según las cifras conocidas por SEMANA, los nacimientos en la ciudad cayeron de 116.765 a 66.567, lo que ha reducido el número de matrículas en colegios privados y oficiales.
Ante todo este panorama, la Secretaría de Educación del Distrito (SED) está trabajando para evitar que más colegios privados cierren sus puertas. A través de programas de fortalecimiento administrativo y pedagógico, así como la creación de redes de colaboración entre instituciones, la SED busca mejorar la calidad del servicio educativo y promover un diálogo constante con los colegios privados.
Consecuencias del cierre de colegios
El cierre de colegios privados tiene un impacto directo sobre los estudiantes, quienes deben ser reubicados en otras instituciones para garantizar la continuidad de su educación. La Secretaría de Educación se encarga de este proceso y asegura que los certificados y diplomas emitidos por los colegios cerrados sigan siendo válidos.
A nivel nacional, el cierre de colegios privados se está convirtiendo en una preocupación creciente. Con más de 769 instituciones privadas cerradas en los últimos dos años, el sector educativo está experimentando una transformación significativa. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la educación privada y su capacidad para adaptarse a los cambios demográficos y económicos que enfrenta el país.
El futuro de la educación privada en Colombia está en constante cambio y las autoridades educativas deberán continuar implementando medidas para minimizar el impacto sobre las comunidades afectadas y garantizar el acceso continuo a una educación de calidad.