La educación sigue siendo noticia en el país y en el país hay muchos actores que se están esforzando por consolidar una Colombia mejor desde el campo educativo. Entre ellos se encuentra la Fundación Empresarios por la Educación (ExE), una alianza empresarial que tiene como propósito articular esfuerzos públicos y privados, dirigidos a mejorar la calidad educativa desde la primera infancia, hasta la educación media, teniendo como objetivo la formación de seres humanos que construyen una vida con sentido para sí mismos y para la sociedad. En días pasados la fundación cumplió 15 años y no solo esa es la buena noticia, sino que ExE fue uno de los diez ganadores en la ceremonia de los Mejores Líderes 2017, premio organizado por la revista SEMANA y la Fundación Liderazgo y Democracia. A propósito de esta victoria, Semana Educación habló con Carlos Enrique Cavelier, presidente de Alquería y presidente del Consejo Directivo de la Fundación ExE y Carolina Meza, directora de la misma organización.Lea: Colombia premió a sus mejores líderesSemana Educación (S.E.): ExE cumplió 15 años, ¿qué tanto ha cambiado el panorama educativo en el país desde ese entonces?Carlos Enrique Cavelier (C.C.): Empresarios por la Educación acaba de cumplir 15 años y esto genera un hito a resolver sobre dónde estamos parados, qué hemos hecho y hacia dónde vamos. Ahora lo que tenemos que hacer es fijarnos objetivos y ver cómo los vamos a resolver. Durante este tiempo, creo que lo más importante que hemos logrado ha sido que para los colombianos la educación se convirtió en una verdadera prioridad. De hecho, podemos decir que el tema ya es un lugar común y eso es muy bueno porque todos están metidos en el tema. El Gobierno en años pasados se ha empeñado por el tema del cubrimiento y lo está logrando exitosamente, pero lo que nos queda ahora es la calidad. Para nosotros ha sido muy importante posicionar a la educación en este ránking de prioridades, de políticas públicas y en la mente de los colombianos. La educación pública tiene que mejorar notoriamente y sobre todo en términos de equidad, pues más del 70% de los niños en Colombia van a la educación pública. Si uno mira entre los primeros 500 o 1.000 colegios escasamente hay solo 5 públicos en materia de calidad. Esto es algo que no puede seguir pasando, tenemos que plantearnos objetivos para resolver esto. En los últimos 20 años, la educación se convirtió en un derecho, pero nunca un activo estratégico para los ciudadanos, tenemos que trabajar en eso y el camino es largo. Carolina Meza (C.M.): Hace 15 años Colombia se estaba reestructurando y se podían sentir los efectos de la nueva Constitución del 91. En la educación empezaron entonces a entrar muchos cuestionamientos como la descentralización, los diferentes modelos y obviamente el saber que estamos en un país pluriétnico. Esta fundación, como muchas otras que crearon diferentes empresarios en temas sociales, tuvo el interés en decir “este país también es responsabilidad nuestra” y en transformarlo. Como hace 15 años, hoy también estamos viviendo otra coyuntura que seguramente va a definir el camino que se viene para el país y las futuras generaciones. En estos últimos años la educación ha jugado un rol fundamental en esa conversación con los empresarios para hacer que ellos inviertan más en el sector. Hay que hacerle ver al sector empresarial dónde es bueno invertir y qué partes son las coyunturales para tener impacto. Hoy tenemos 96 empresas y su inversión en proyectos de educación asciende este año a 120.000 millones de pesos. Sabemos que hay más empresas y que el Gobierno tiene su cuota, pero estamos hablando de un monto importante. Pero una importante clave del éxito que hemos tenido ha sido esa sinergia que hemos generado entre el sector privado y el público, si coordinamos esfuerzos el impacto es más significativo con las aulas de clase. S.E.: Siempre se habla de coordinar a los diferentes sectores, pero no se llega más allá de eso, cómo incidir más en el panorama educativo?C.C.: Los esfuerzos no tienen que estar necesariamente coordinados en el principio, lo que hay que hacer es poder determinar lo que se está haciendo bien y potenciarlo. Hay muchos esfuerzos en diferentes sectores, pero estos tienen que aumentar en la medida que van dando frutos. Lo cierto es que los resultados no son medibles tan fácilmente como cualquier negocio que da tangibles, la evaluación es totalmente diferente para poder determinar el impacto a largo y mediano plazo.Le puede interesar: ¿Cómo va la educación en América Latina?C.M.: El tema de las sinergias puede ser visto como un ecosistema, el cual se ha enriquecido en actores que trabajan en educación. Hay ejemplos de grandes trabajos coordinados como lo que está haciendo Alquería en Cajicá o el de Luker. Pero lo que hay que hacer es generar proyectos de alto impacto entre Gobierno, empresarios y academia, si no las cosas no van a funcionar. El panorama es más variado ahora y por eso todos debemos apuntar al tema de la calidad, con esta baraja tan nutrida, lo que podemos generar es un mayor impacto colectivo. Sin embargo, necesitamos una meta común, ser más organizados y no debemos descansar hasta que todos los niños de Colombia, por ejemplo, terminen al menos la secundaria. S.E.: ¿Cuáles son los grandes retos para los próximos 15 años en materia educativa en el país?C.C.: La comunidad educativa, los medios, los empresarios y las universidades tenemos que ver qué es lo que tenemos en común y a qué meta le queremos apuntar. Sin embargo, esto tiene que ver también con la pertinencia educativa que le estamos dando a los jóvenes. Colombia tiene que organizar un poco más su sistema educativo y no solo se trata de la educación universitaria, también está la técnica que es muy importante. El Sena siempre ha existido pero hasta ahora empieza para muchos a tener un verdadero valor, cuando siempre lo ha tenido. Por ejemplo, el sistema de educación de países como Alemania son perfectos, no solo por su calidad; allí la gente sale del colegio y un 40% se dedica a la educación universitaria y el otro 60% hace una carrera técnica, lo que está súper conectado con el sistema económico. Otro tema importante es el de contenidos y pertinencia, la economía digital eliminará un gran porcentaje de los empleos que existen hoy, tenemos que formar a las personas para esos nuevos retos.Relacionado: 10 desafíos de la educación para ColombiaC.M.: En Colombia tenemos una gran cantidad de datos y sabemos cómo estamos en el país en materia educativa. La Unesco recientemente reveló unas cifras que mostraban que si Colombia seguía al ritmo que va, en el 2095 lograremos que todos los niños del país lleguen a secundaria. Eso no es muy bueno. El reto es acelerar también las cosas que estamos trabajando, nadie niega que hemos mejorado, pero el ritmo ha sido demasiado lento y no va con el de los otros países; cada vez nos cogen más ventaja. Los grandes ejecutores de políticas y los mismos empresarios deben al mismo tiempo basarse en evidencia para poder tomar decisiones que tengan impacto. Por otro lado, debemos resolver el tema de brechas, este cambio de panorama en el país nos ha hecho ver al campo como un nuevo escenario de oportunidades. El conflicto armado no nos dejaba ver otras problemáticas sociales que estaban en la base del mismo conflicto que vivimos por 60 años: el gran reto es poner a la par el desarrollo urbano con el rural. Necesitamos, además, generar un nuevo sistema educativo para lo rural.S.E.:¿A qué se debe dedicar el próximo presidente del país en educación? C.C.: Hay bastantes escenarios en los que se debe dedicar el próximo presidente de Colombia; entre ellos está el aumento de presupuesto para educación. Actualmente, estamos en un 4,5% del PIB, pero de un día para otro no lo podemos pasar al 5%. Además de que sería una gota en un balde, lo que sí se debe hacer es saber hacia dónde es beneficioso invertir en calidad para ver resultados. Al mismo tiempo, otro tema es el de liderazgo en educación. El país necesita estabilidad, calidad y ejecución en políticas públicas. C.M.: No solo se trata en aumentar presupuesto, eso sería inviable. Debemos entender que el presupuesto no se está invirtiendo inteligentemente. De hecho entre el 85% y 90% se está yendo solo para pagar nómina y por eso no estamos innovando y tampoco haciendo cosas con calidad. Así no vamos a hacer una transformación verdadera. Debemos ver cómo se reparte ese presupuesto de una manera mejor. Uno como privado debe trabajar mucho más de cerca con las secretarías de Educación, las cuales deben sacar y apalancar recursos de sus regiones. Hay que hacer que el próximo Ministerio de Educación trabaje con las secretarías y las mismas alcaldías y las monte en un programa común. Por último, otro tema importante es la formación docente y la de directivos docentes. Colombia ha trabajado mucho en currículos, pero el país debe mirar más a sus maestros y acompañarlos. El esfuerzo cuesta, pero si eso no pasa las cosas no van a cambiar.Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.