Ser adulto y haber sobrepasado los años de juventud no es excusa para no aprender una segunda lengua. Pero ese es precisamente uno de los motivos por los que la mayoría de personas se rehúsan a lograr esta meta. “Hacen una profecía negativa sobre su proceso de aprendizaje: creen que no van a aprender otro idioma tan tarde, así que simplemente no se esfuerzan”, indicó Benny Lewis, un políglota que aprendió su segunda lengua cuando tenía 21 años. Otra de las barreras es pensar que no se tienen suficientes habilidades. “Cuando pensaba en el colegio que no era bueno para los idiomas, no estudiaba, y como era natural, me iba mal exámenes”, relató. Lewis, después de haber pasado once años viajando por el mundo y de haber aprendido cerca de diez idiomas, recogió sus vivencias y las conclusiones de su experiencia en el libro “Fluidez en tres meses”, un éxito editorial, en el que, además, incluye consejos para lanzarse a aprender idiomas.Le puede interesar: ¿Qué nos falta para aprender inglés?La primera recomendación, según la investigación, es que hay que dejar de idealizar: cuando aparece una persona que sabe varios idiomas, la primera excusa que viene a la mente es que “la tuvo fácil”: tenía padres ricos y tuvo la oportunidad de ir a un colegio bilingüe, etc. En otras palabras, no tuvo que esforzarse. Sin embargo, de acuerdo a la experta, eso no es tan cierto. Lewis encontró que todos los que tuvieron éxito aprendiendo una lengua lo hicieron gracias a que superaron un sin número de dificultades. Henry Ford, fundador de la compañía de automóviles que lleva su nombre, tenía una frase sobre el éxito o fracaso del aprendizaje: “Tanto si crees que te irá bien, como si crees que te irá mal, tienes razón”. La conclusión que hay detrás de esta locución es que hay que dejar las excusas de lado: nunca se es demasiado viejo para aprender, tampoco se necesitan necesitan habilidades especiales para lograrlo, y la falta de tiempo no es un argumento válido porque siempre es posible conseguir un espacio para estudiar. Lewis recoge en su libro que las principales herramientas para ser bilingüe dependen de uno mismo: estar interesado, sacar tiempo y trabajar en el aprendizaje. Se necesita desarrollar pasión por el idioma y la cultura, porque aprender una lengua es abrir una puerta a una forma diferente de ver el mundo. Le puede interesar: “Muchos jóvenes no tienen idea de lo que el inglés puede hacer por sus vidas”Otro de los consejos que brinda es que no hay que temer cometer errores: es natural dentro del proceso de aprendizaje. La diferencia con los niños es que pueden hablar, equivocarse, jugar en inglés y vivir en el idioma. En cambio, los adultos suelen concentrarse en libros de gramática porque consideran que aprender una lengua es como presentar un examen, que por cada error, se pierden puntos hasta reprobar.En el mundo real se pueden cometer muchos errores gramaticales y aún así, comunicarse efectivamente. La idea es empezar a hablar con palabras simples: “no es necesario decir: “Señor, me podría decir, por favor, en dónde se encuentra el baño, para conocer la ubicación del baño”, sino que se puede comunicar el mismo mensaje en un nivel básico del idioma y lograr que el interlocutor comprenda el mensaje: “Baño, dónde”. “Hay que soltarse e intentar”, aconseja la investigación.Le puede interesar: No basta pagar un curso para aprender inglés Otra estrategia es crear bloques de aprendizaje en el que los conocimientos de vocabulario o gramática no queden aislados, sino que se les da sentido en un contexto más amplio. Lo mismo funciona en otras disciplinas, Matemáticas, Ciencias, Historia y Biología: hay que atar la información aislada y entender el porqué. Después de haber entendido la razón, es importante autoevaluarse: crear preguntas y tratar de responderlas, para darse cuenta si realmente se consolidó el aprendizaje. Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.