La Universidad San Martín está bajo la lupa de la opinión pública desde noviembre cuando estalló el escándalo por las presuntas irregularidades en el manejo de sus recursos. Su fundador, Mariano Alvear, no se había pronunciado frente a todo el revuelo que causó esta noticia. Hasta este miércoles, cuando rompió su silencio para despacharse contra el Ministerio de Educación Nacional. Durante una rueda de prensa convocada en Girardot, Alvear explicó que su institución ha sido víctima de una “campaña promovida para desacreditar a la universidad y a sus directivas”. Añadió que el Gobierno los ha hecho ver “como el grupo leproso de la educación, el Saludcoop de la educación”, haciendo referencia al escándalo que atravesó por circunstancias similares la entidad prestadora de salud. Por eso pidió que se deje de satanizar y criminalizar la imagen de la San Martín, pues tienen "30 años de buena reputación". Según Alvear, esta campaña de desprestigio llevó a “que incumplieran con pasivos inmediatos como el pago de sueldos, lo que los llevó a pedir créditos al sistema financiero. Pero ya las puertas estaban cerradas por falta de credibilidad y solidez”. Además, explicó que los desfalcos fiscales se originaron cuando el Gobierno se negó a renovarles los registros calificados para la mayoría de sus carreras sin ofrecer mayores explicaciones. “Esto se dio sin ninguna razón porque los programas venían bien”, sostuvo. Como consecuencia de ello, según el fundador de la San Martín, los ingresos se redujeron en 80 % porque la mayoría provenía de estudiantes pertenecientes a facultades en la línea de medicina. Alvear agregó que la intervención del Ministerio de Educación ha acentuado el perjuicio económico, pues no pueden continuar con los servicios que venían prestando. Tampoco están autorizados para obtener ingresos por nuevas matrículas o vender algún bien de la institución. Pese a que sus cálculos arrojan que la universidad tiene más de 270.000 millones de pesos en activos frente a 50.000 millones de pesos en deudas, Alvear considera que la situación es preocupante. Por eso le pidió al Gobierno que le deje "matricular estudiantes para generarle liquidez a la empresa; eso nos permitiría solucionar los problemas en el corto plazo y evitar que los miles de estudiantes, sus familias y los empleados tengan una Navidad negra”. También solicitó que se reabran los programas en proceso de acreditación para cumplirle a su comunidad universitaria. En respuesta a estas afirmaciones, la ministra de Educación, Gina Parody, sostuvo que ha sido la misma San Martín la que se ha negado a buscar una solución y la que le ha puesto trabas y dificultades a los estudiantes. Frente al señalamiento de Alvear de que Parody se había negado a recibirlo en su despacho, la ministra se pronunció: “Las puertas del ministerio siempre han estado abiertas para el diálogo, aquí le hemos pedido al señor Alvear que venga miles de veces y nunca ha venido, seguimos esperándolo. La verdad es que todas las veces nos ha dejado metidos”. Y Parody agregó que su interés está en “garantizar a los estudiantes que puedan continuar”. El otro punto de discordia estuvo en la conformación de la fiducia para proteger los recursos de la San Martín. Según Alvear, ya cumplieron la exigencia del ministerio y las condiciones que les puso para crearla. Aun así, ya Gina Parody había manifestado que la fiducia estaba mal constituida y pidió a los estudiantes de la institución no pagar las matrículas. “No le ha bastado al Gobierno, ahora el Ministerio dice que está mal conformada”, reclamó Alvear. Finalmente, sobre la ley que este martes aprobó el Congreso para fortalecer las facultades de inspección y vigilancia del Ministerio, Alvear expresó que se unen a esta iniciativa y “nosotros seremos los primeros... pueden venir e inspeccionar porque no hay nada que no esté en regla”. Para más noticias de actualidad educativa siga nuestro perfil en Twitter @semanaed