San Carlos, en el oriente de Antioquia, está en medio de la región que más energía emite en Colombia: en promedio 2.200 megavatios por año, lo que representa el 52 por ciento de la producción de energía del departamento y el 18,5 por ciento de Colombia, y en medio de ese panorama, un grupo de estudiantes de la Institución Educativa Joaquín Cárdenas Gómez decidió desarrollar un proyecto que los tiene a las puertas de visitar Abu Dabi, para cambiar el uso tradicional de energía en el aula de cómputo del colegio.  La idea empezó hace tres años cuando el Programa Ondas de Colciencias empezó a incentivar a los estudiantes de bachillerato para realizar proyectos de investigación que usaran las nuevas tecnologías. Wilson López Duque, profesor de Tecnología e Informática de la institución, y principal aliado de los estudiantes, cuenta: “Trabajamos con el proyecto Ondas y Colciencias, estuvimos en la feria a nivel de embalses (en la región del oriente antioqueño) y participamos a nivel de municipios, pasamos y estuvimos en la Universidad de Medellín exponiendo y estamos esperando  a ver si pasamos un filtro para irnos para Abu Dabi”.Los estudiantes se dieron cuenta de que los gastos en los que incurría el colegio al mantener el aula de informática —dotada con 45 computadores, dos aires acondicionados, un proyector— eran muy elevados, en palabras de Felipe López, estudiante de décimo grado y con quince años, equivalían a tres casas habitadas por cinco personas con los electrodomésticos básicos: un gasto de entre 700.000 y 950.000 pesos mensuales.“El problema es que no tenemos financiamiento, pero hacemos el cálculo que dotar el aula con esta tecnología cuesta unos 60 millones de pesos, o sea que se vería el ahorro al cabo de seis años, y hay que tener en cuenta que un panel solar tiene una vida útil, con buen mantenimiento, de más de 80 años”, dice López, quien trabaja desde hace dos años en el proyecto con sus compañeros Diego Cardona y Tania Clavijo.Justo uno de los desarrollos más importantes de este proyecto es que los jóvenes encontraron la manera de que los paneles solares se puedan automantener: esto con la ayuda de una tarjeta programable y un motor que dos veces al día limpia los paneles, “de esa manera se ahorra dinero y también se evitan los peligros propios de subirse a un techo. Los estudiantes probaron esto con un modelo a escala real que tiene paneles solares de 18 voltios”, aseguró el profesor.De San Carlos, este es el proyecto colegial de investigación que más lejos ha llegado en las competencias nacionales de ciencia, sin embargo no ha despertado el interés y la financiación de mucha gente, seguro si viajan a Abu Dabi habrá más de uno que quiera llevarse los créditos. Los estudiantes y el profesor hacen un llamado a las empresas de energía, que tanta presencia hacen en San Carlos, a que los apoyen: su apuesta es por las energías renovables.