El Ministerio de Educación Nacional (MEN) emitió recientemente un comunicado en el que aseguró que, a pesar de los progresos alcanzados por la Fundación Universitaria San Martín en estos últimos años y sus “posibilidades de continuar prestando el servicio educativo”, todavía no logra superar la crisis financiera que arrastra desde 2014. Según estimaciones de varias fuentes consultadas por Semana Educación, la deuda económica de la universidad podría ascender a 200.000 millones de pesos. Le puede interesar: ¿A punto de cerrar la Universidad San Martín?Lo cierto es que desde enero de 2015, el gobierno es quien vigila y gestiona la institución educativa. “Los pasivos de la institución tienen una gran incidencia negativa en sus resultados financieros debido a la acumulación de obligaciones adquiridas antes de 2014 que no tienen soporte alguno”, señala el documento. Según este, la San Martín deberá presentar un plan financiero en cinco días (la cuenta empezó el 14 de marzo) en el que explique cómo pretende salir de este estado de déficit y números rojos en sus cuentas.Relacionado: Profesores de la San Martín se pronuncian sobre el cierre de la San MartínEl comunicado también aclara que la universidad avanzó un 64 % en la puesta en marcha del plan de mejoramiento que adoptó por orden de la cartera educativa. Si se discrimina esta cifra por componentes, continúa, el indicador académico logró una implementación del 99 %; el administrativo y buen gobierno, del 100 %, y el económico del 50 %. Llama la atención que el MEN difunda esta información ahora como algo inédito, cuando fue Francisco Cardona, anterior ministro encargado de Educación, quien la divulgó en octubre de 2016 para desmentir el inminente cierre de la institución de educación superior.Lo que añade el documento del MEN ahora es lo siguiente: “Los informes técnicos mostraron mejoramientos constantes que permitieron el restablecimiento de la prestación del servicio educativo en 2015, la regularización del pago de docentes y personal administrativo vinculado, la reactivación de los servicios públicos en la sede principal y en los 19 centros tutoriales en el país, así como la graduación de 5.094 estudiantes que cumplían con los requisitos para recibir su título académico y se realizó la transferencia de los estudiantes matriculados en programas sin registro calificado”. Persisten las dudas A pesar de las buenas noticias, todavía existen muchas incógnitas sobre el futuro de la San Martín. La primera tiene relación con la situación de impagos de salarios y prestaciones a la seguridad social de muchos docentes y personal administrativo que ya no trabaja en la institución. “A mi me deben dinero desde antes de la intervención. Ni me han pagado, ni han solucionado mi relación contractual con la fundación. Les he demandado ante el Ministerio de Trabajo pero sigo esperando”, contó un exrector de una de las sedes de la costa quien prefirió que su nombre no fuese revelado. Otro de los interrogantes es el estado del patrimonio y bienes de la universidad, sobre todo los que tenía antes de la intervención en Bogotá, Cali, Medellín, Montería y Pasto, “algunos en manos de la banca y otros ya vendidos”, explicaron varias fuentes. La pregunta que se hacen es dónde ha ido a parar el dinero después de su adjudicación.Así están las cuentas de la San MartínLa tercera y última gran duda recae en el tema de los registros calificados de cinco programas que todavía están suspendidos. En un comunicado interno de la institución al que tuvo acceso Semana Educación y firmado por la rectora Mayra Vieira, explica que el proceso de solicitud de esos registros se ha reactivado y ya se han radicado cuatro nuevos ante la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior. Esto con el objetivo de incentivar la entrada de activos a la San Martín a partir de nuevas matrículas de estudiantes, la principal fuente de financiación de la universidad. Desde hace dos años la institución no recibe nuevos alumnos. Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.