El dominio de una segunda lengua se ha convertido en uno de los atributos más valorados por las compañías en el mundo laboral, sin embargo, no es la única razón que motiva a las personas a aprender otro idioma.
Desde la etapa escolar, la enseñanza de una segunda lengua se configura como una de las materias más importantes. En los países hispanohablantes, por ejemplo, el inglés es el idioma que se les enseña a los más pequeños cuando ingresan al colegio.
Al igual que sucede con otros campos de estudio, el aprendizaje de idiomas ha sido campo de numerosas investigaciones para diseñar herramientas que optimicen el proceso. La tecnología, por supuesto, también ha sido implementada en la educación para aprovechar sus múltiples beneficios.
En cuanto al aprendizaje de idiomas, la inteligencia artificial (IA) ha sido adoptada como una herramienta que puede ayudar, sobre todo, en el ámbito del proceso de evaluación y retroalimentación. Para entender mejor cómo la IA ha sido implementada en este campo, SEMANA consultó a Bill Bonk, speaker de Pearson, máster en estudio de las segundas lenguas de la Universidad de Hawaii y PhD de Ciencias Cognitivas de la Universidad de Colorado.
Según explicó el experto, el uso de la IA en el aprendizaje de idiomas se basa en el diseño de sistemas tecnológicos que tratan de imitar el tipo de cosas que los humanos han hecho en el pasado y han beneficiado el proceso educativo en términos de velocidad, eficiencia y costo. En ese sentido, se trata de la construcción de un modelo que permita “entrenar el sistema”, de manera que entienda elementos que vienen de la inteligencia humana.
Básicamente, la IA se ha implementado sobre todo en el proceso de evaluación y retroalimentación, de manera que se configure como una especie de “maestro”, asumiendo tareas que tradicionalmente venían desempeñando los profesores de idiomas.
“La inteligencia artificial para el proceso de evaluación fue adoptada recientemente y ayuda a calificar, por ejemplo, un ensayo en términos de forma y contenido. También evalúa ítems como la pronunciación, la fluidez y habilidades más avanzadas como la coherencia”, explicó Bill Bonk a SEMANA. De igual manera, destacó que “la evaluación ha sido la líder en la implementación de inteligencia artificial en el aprendizaje de una segunda lengua”.
Pros y contras de la IA en el aprendizaje de una segunda lengua
Dentro de los beneficios del uso de la IA en el aprendizaje de una segunda lengua, Bonk resaltó el amplio listado de insumos que ofrece para las personas que se encuentran en este proceso.
“Le da la oportunidad a la persona de intentar varias veces, sin importar el tiempo que demande. Por ejemplo, un maestro puede cansarse; la inteligencia artificial, a partir del modelo construido, asemeja su función a la de un ser humano real, acompañando el proceso detalladamente. Puede ser una gran herramienta”, detalló el experto.
Otra cualidad de la IA -siguiendo la línea de su función “humana”- incluye aquellos elementos que no están presentes en los libros-. Mientras que el texto clásico se limita a un vocabulario limitado y escenarios hipotéticos que no siempre se ajustan a la realidad, la IA permite una exploración más completa, incluyendo emociones y un feedback en función del desempeño del estudiante.
Sin embargo, la IA en el aprendizaje de idiomas también puede tener algunos aspectos no tan favorables. Para Bill Bonk, el principal de ellos es que suprime el factor humano real. “En algunos casos, los sistemas deben chequear con mucho cuidado, por lo que las personas prefieren acudir a personas que te dan una interacción real y más cercana”, comentó.
Sucede que la interacción humana permite otros elementos comunicativos que no están presentes en los textos o en sistemas de IA. Las expresiones faciales, el tono e intensidad de la voz, entre otros, dan algunas pistas sobre el contexto de la situación.
¿Cuál es la metodología de aprendizaje más efectiva?
Para Bill Bonk, esta pregunta no tiene una única respuesta, pues ha sido objeto de estudio durante varios años y, a la fecha, lo sigue siendo.
“Hemos visto varios enfoques de aprendizaje, no solo en cuanto a aprendizaje de idiomas, sino -en general- sobre cómo los humanos aprenden cosas. Puedes aprender algo rápido si te concentras en eso y le das toda tu atención por un periodo largo de tiempo. Ese tipo de aprendizaje suele ser efectivo, pero no tiende a ser duradero (como estudiar para un examen). Hay que mantenerlo activo. También puedes aprender algo de manera lenta, estudiando meses o años. Este conocimiento se vuelve durable, pero tomar mucho tiempo”, explicó a SEMANA.
Puntualmente, para el aprendizaje de idiomas, Bonk reconoce que una de las principales razones por la cuales las personas fallan es que no le dedican lo necesario. Si bien el tiempo de estudio es uno de los factores clave, este debe ser complementado con una actitud favorable y receptiva.
“No hay una metodología de enseñanza en particular que sea ‘mágica’. Contrario a solo memorizar vocabulario o gramática, es importante aprender a cómo comunicarse en una segunda lengua en todas sus dimensiones: leer, escribir, escuchar y hablar”, concluyó el experto.