En Colombia aumentó el uso de la inteligencia artificial (IA) un 25,8 por ciento, reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), convirtiendo a esta herramienta en una oportunidad para el desarrollo económico, tecnológico y social del país.
En el sector educativo la llegada de herramientas como Chat GPT, desarrollada por OpenAI, está transformando los procesos de enseñanza. Gracias a su facilidad para recopilar información, la capacidad de responder ejercicios, redactar ensayos y resolver cualquier problema o examen, se ha posicionado como un asistente digital que, pese a las ventajas que otorga, representa todo un desafío a la hora de enseñar.
Para usar esta herramienta de manera correcta en los salones Shiyan Jiang, docente de diseño y tecnología del aprendizaje en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, mencionó que se deben entender los usos, fortalezas y debilidades de la inteligencia artificial.
Actualmente, hay tres tipos de IAs, los programas basados en el juego, en aprendizaje de analíticas y las tutorías para educación matemática las cuales cumplen distintas roles en los aprendizajes. Por lo que cada profesor debe entender la función de la herramienta para transmitir conocimiento de mejor manera y brindar mejor apoyo.
Con eso claro se pueden usar esas herramientas para educar de una manera personalizada y adaptada a los contextos y conocimientos de cada estudiante, dijo la experta.
Restringir el uso de estas herramientas no es la solución. Jiang aconseja a los profesores usar herramientas como ChatGPT como un punto de partida para realzar análisis óptimos y penetrar mejor en los conocimientos de los estudiantes. En sus palabras: “no se puede fingir que estas tecnologías no existen”.
¿Desplazará la inteligencia artificial a los maestros?
Durante su intervención en la decima edición de la Cumbre Líderes por la Educación la experta explicó que la IA no desplazará a los profesores a un segundo plano, sino que representa un cambio en el rol del profesor. “Ahora debemos guiar a los jóvenes para que sean capaces de aprovechar estas herramientas”.
Así mismo, impulsa a los maestros a pensar y ser creativos al momento de incorporar la tecnología en las clases, pues aún no son cien por ciento confiables. Por lo que el maestro se debe volver en un veedor para que los estudiantes comprendan que mucha de la información otorgada no es totalmente verídica, concluyó.