“Aunque no es perfecto, con honestidad y franqueza quiero transmitir que tengo la certeza de que es el mejor acuerdo posible”. Con estas palabras de Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en La Habana, Colombia dejó atrás uno de los periodos más negros de su historia. El 24 de agosto será recordado como el día en el que el conflicto armado más longevo del mundo llegó a su fin. Y lo hizo tras cuatro años de negociación en la isla cubana, 52 años de violencia, ocho millones de víctimas, 46 mil desaparecidos, 6,9 millones de desplazados, 220 mil muertos… "Hemos logrado un acuerdo que, por donde se mire, es infinitamente mejor que seguir una guerra. Porque los colombianos merecemos vivir en paz”, se expresaba el presidente Juan Manuel Santos desde la Casa de Nariño tras el anuncio.La firma del acuerdo final y definitivo entre el Gobierno y las Farc abre una nueva etapa en Colombia: el fin de la guerra. Pero no todo está hecho: los colombianos están convocados el 2 de octubre a las urnas para votar si refrendan o no todos los puntos pactados en la negociación. Se necesitará el 13 % de los votos del electorado para que el país empiece a escribir su historia bajo la impronta de la paz.Uno de los temas que ha pasado desapercibido en comparación con el seguimiento que han recibido otras disposiciones del documento, como el de la participación política de la guerrilla, es el de la educación y la pedagogía. La primera palabra aparece referenciada 27 veces a lo largo de las 297 páginas del acuerdo. La segunda 12.La presencia de los dos términos es un anticipo de la relevancia que adquirirán en la construcción de una Colombia en paz. Especialmente en función de tres realidades. Semana Educación le explica cuáles son.Educación y pedagogía para garantizar la reincorporación de la guerrilla a la sociedad. El Estado y las Farc acordaron reubicar a los guerrilleros desmovilizados en 23 veredas y ocho campamentos. Serán emplazamientos puntuales con una vigencia de 180 días.El acuerdo contempla que la guerrilla, en coordinación con el Gobierno Nacional, desarrolle programas educativos y de capacitación en el interior de las zonas veredales, centrados en la formación para el trabajo y la nivelación en educación básica, primaria, secundaria o técnica.Cada una de estas zonas contará con un vocero de las Farc encargado de desarrollar labores de pedagogía para la paz en las veredas. Deberá acudir a los concejos de los municipios cercanos para dialogar con las autoridades y fomentar un intercambio de ideas.En el caso de los menores de edad, se priorizará su acceso a la educación y se les reconocerán todos los derechos, beneficios y prestaciones establecidas para las víctimas del conflicto, también a nivel de formación.Educación y pedagogía para dignificar el campo colombiano.La reforma rural incluye un apartado sobre el derecho a una educación pertinente de los niños y jóvenes del campo, además de gratuita para los niveles de preescolar, básica y media.El acuerdo propone combatir la deserción característica de estas zonas del territorio desarrollando modelos flexibles de educación que se adapten a las necesidades de las comunidades.Se habla también de garantizar la cobertura y la calidad educativa; erradicar el analfabetismo; acercar las instituciones académicas a las zonas rurales, e invertir en infraestructura educativa, maestros cualificados y acceso a tecnologías de la información.La oferta de programas en estas regiones deberá incluir formación técnica agropecuaria desde la educación media (décimo y undécimo), y se impulsarán procesos de investigación, innovación y desarrollo de este sector desde la academia. También se contempla un incremento de los cupos para la capacitación técnica, tecnológica y universitaria, y becas con créditos condenables para estudiantes rurales con bajos recursos.Educación y pedagogía a favor de la reconciliación y la paz. En el apartado ‘Garantías para la reconciliación, la convivencia, la tolerancia y la no estigmatización‘ se incluye la creación de un Consejo Nacional para la Reconciliación y la Convivencia. Una de sus funciones será la de diseñar y ejecutar programas a favor del respeto, la diferencia, la crítica y la oposición política. También se encargará de capacitar a organizaciones y movimientos sociales para el ejercicio de una cultura de la paz.Por otro lado, el acuerdo prevé la creación de una cátedra de cultura política para la reconciliación y la paz con el objetivo de promover una mayor transparencia electoral. Asimismo, se fortalecerán los programas de educación para la democracia en todos los niveles educativos, y se crearán escenarios de pedagogía para fortalecer el rechazo social a las violaciones de derechos humanos. Educación y pedagogía para comprender el alcance de lo acordado en La Habana. El acuerdo contempla la consolidación de programas de formación y comunicación para la apropiación del Acuerdo por parte de la sociedad, con especial énfasis en los diseños de participación política y social.Asimismo, se diseñará un programa especial de difusión del acuerdo que se implementará en la educación pública y privada en todos los niveles educativos.Por último, el Plan Nacional de Educación incluirá el acuerdo final y el Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición como material pedagógico obligatorio en todas las insituciones de educación del país. PARA EL DEBATE¿Qué le parecen las medidas que incluye el acuerdo, especialmente las que hablan de inculcar reconciliación y tolerancia a las nuevas generaciones como garantía de no repetición? Deje sus comentarios en nuestro twitter@SemanaEd y @JuliaAlegre1