Mientras Aphra veía a su hijo Allan graduarse de la Universidad de Cambridge el mes pasado, recordó el momento en que nació. "Lamento que su bebé sea ciego", le dijo un vecino en Bagdad. Aphra y su familia se convirtieron en el chisme de la ciudad debido al tabú asociado con la condición de su hijo. Fue en Irak en 1995 mientras Saddam Hussein era presidente, la guerra del Golfo había terminado sólo tres años antes y los ciudadanos sufrían por las sanciones impuestas al país. Como un niño ciego, las perspectivas de Allan Hennessy eran muy pobres.Hoy, mientras camina por el parque de la Universidad en Cambridge, Allan se muestra seguro de sí mismo y se jacta de tener muchos acentos. "Si alguien de Irak llama, yo respondo en árabe, ‘As-salaam-alaikum‘. Mientras que en Cambridge tengo una voz elegante con acento británico", dice.Lea: Los excombatientes que ahora son periodistasAllan tiene sólo 22, pero ya ha roto barreras que muchos no enfrentarán en toda una vida. Pero, ¿cómo un niño que nació ciego en un país devastado por la guerra se convirtió en un estudiante de primer nivel en una universidad líder en el mundo?OportunidadEn Irak, la familia de Allan era de clase media: su abuelo era un jeque y tenían una vida cómoda, incluso lujosa. Pero los hospitales iraquíes no podían ofrecer a Allan esperanza para su vista. "Mi papá trató de conseguir tratamiento pero no había suficientes especialistas en ojos, pensaban que siempre sería ciego", dice.Pero cuando Allan tenía seis meses, surgió una oportunidad y el padre de Allan no dudó en aprovecharla. "Mi papá vendió todo para pagar el tratamiento: el auto, las pertenencias, parte de la tierra, dejamos Irak con muy poco", describe.La oportunidad era una operación en Londres que lerestauró parcialmente la vista en el ojo izquierdo. "Mi mamá recuerda la primera vez que la miré, la primera vez que hicimos contacto visual. Ella se echó a llorar. Desde entonces me las he arreglado con lo poco de vista que tengo", explica.Le puede interesar: Los sesgos como obstáculos pedagógicosRefugiadosLa madre de Allan y sus hermanos también buscaron asilo político en Londres, pero la vida como inmigrantes era un desafío. "Ellos disfrutaban de su vida en Irak, pero cuando las circunstancias cambiaron, se vieron obligados a convertirse en refugiados. Ellos no hablaban inglés y vivíamos en un complejo de viviendas públicas en Londres. Había un verdadero choque cultural", agrega.John "el Yihadista", que se unió al llamado Estado Islámico en Siria y apareció en videos mostrando decapitaciones de prisioneros, creció en el mismo barrio que Allan. Aunque Allan se siente visiblemente incómodo ante cualquier mención del militante, el vínculo destaca la diferencia entre su infancia y la de muchos de sus compañeros en Cambridge."Cuando algunas personas en la universidad me preguntan acerca de mi vida, piensan que ha sido muy difícil. Pero la razón por la que soy capaz de seguir adelante es porque miro a mi familia y creo que soy muy privilegiado", cuenta.SuperaciónAllan no es el tipo de persona que hace lo que le dicen. "He vivido mi vida pensando que no estoy parcialmente ciego. De niño me encantaba montar mi bicicleta y subir andamios, aunque no era apropiado hacerlo. Cuando íbamos al parque de diversiones, siempre quería conducir los autos de choque", dice.Al igual que muchos niños, Allan no era un ángel en la escuela. "Yo tenía el nivel más bajo en todas las asignaturas y arrojaba huevos a los autobuses, cosas que hacen los adolescentes", relata. Pero finalmente Allan se dio cuenta de que podía ser mejor. "Después de la escuela me di cuenta que los niños con mejores calificaciones no eran más inteligentes que yo", añade.Quizás le interese: Las infracciones que más cometen los profesores universitariosUniversidadEn 2012 se postuló para estudiar derecho en la Universidad de Cambridge. "Todos y todo era tan blanco, me sentí visiblemente diferente", dice recordando sus primeras impresiones. Se convirtió en una de las siete personas con discapacidad visual aceptadsa ese año y la primera en su familia en asistir a la universidad."Durante toda mi vida me han dicho que no puedo, que no debo y que no debería. El estereotipo del discapacitado es estar sometido y desamparado. La mayor lucha para mí es superar ese estigma. Cuando te sales del carril, te tratan de forma negativa, con desprecio. Recibes mucho odio por lo que haces, pero lo único que haces es lo que la gente ‘normal‘ está haciendo", explica.Allan pasó tres años en Fitzwilliam College de la Universidad de Cambridge y dice que la experiencia fue transformadora. "Conocí a la gente más increíble de todo el mundo, pero también había mucha negatividad dirigida a mí", describe.¿Cómo hubiera sido su vida si se hubiera quedado en Irak? "No tendría un título en derecho de Cambridge, ni siquiera podría tener algo de vista. Mi familia ha enfrentado eventos terribles y traumáticos, incluyendo el secuestro del llamado Estado Islámico. Tal vez no estaría vivo", dice.Después de graduarse, Allan realizará una beca en la escuela de Derecho. "Si tienes un título de primera clase en Derecho de la Universidad de Cambridge, eso te da prestigio para el resto de tu vida. Pero cuando uno es un inmigrante ciego y musulmán que vive en Reino Unido, hay mucho más por hacer. El viaje acaba de comenzar", concluye.Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.