A propósito de los desafortunados turistas que cayeron en las garras de los dinosaurios en la novela de Michael Crichton, una rama de la ingeniería genética pretende crear parte de un mundo jurásico real. Según el paleontólogo que asesoró la saga cinematográfica de Jurassic Park, Jack Horner, las aves conservan genes de los dinosaurios. En esa medida, se ha experimentado con el ADN de estos animales. El planteamiento es volver al pasado con la información genética que aún está en las aves. Desde el 2013 el científico Horner y sus colegas trabajan en un proyecto conocido como el “pollosaurio”. Se trata de la creación de una criatura similar al Velociraptor incubada a partir de las muestras tomadas de los pájaros. “Las aves son dinosaurios vivientes. De hecho, las clasificamos como dinosaurios. Ahora las llamamos dinosaurios no aviares y dinosaurios aviares. Los dinosaurios no aviares son los grandes y torpes que se extinguieron. Los dinosaurios aviares son nuestras aves modernas.”, explicó Horner en una conferencia TED. Este experimento aún no ha concluido y se espera que termine en cinco años. Todavía no ha creado el pollosauro. Sin embargo, Horner ha hecho algunas pruebas y en sus laboratorios es posible observar aves con colas largas, carentes de picos y con mandíbulas semejantes a las de los dinosaurios. Ahora, las películas de Steven Spielberg no son del todo descabelladas. Los filmes basan su argumento en la creación de las criaturas prehistóricas en tiempos actuales. En uno de ellos, los científicos toman muestras genéticas de huesos y fósiles para que los dinosaurios vuelvan a tener vida. Sin embargo, es casi imposible que el ADN del Tyrannosaurus y Triceratops, haya podido sobrevivir a millones de años. De hecho, en su conferenciaa, Horner sostuvo que “el ADN de dinosaurio, y el ADN de todo, se descompone muy rápido. No es posible hacer lo que hicieron en ‘Parque Jurásico’".