En febrero de 2020, el presidente Duque anunció la propuesta del Gobierno que contempló incluir sellos frontales de advertencia para aquellos productos que tuvieran reportes de altas concentraciones de azúcares añadidos, sodio y grasas saturadas. Lo que se busca con el etiquetado es que los colombianos tengan más conocimiento y tomen decisiones informadas antes de consumir determinados productos y disminuir así el riesgo de sufrir de enfermedades no transmisibles como obesidad, hipertensión o diabetes, entre otras.
Los sellos presentados por el Gobierno y que se encuentran en consulta internacional son redondos, monocromáticos y con las frases “alto en azúcares añadidos”, “alto en sodio” y “alto en grasa saturada”.
En teoría, la adopción de este nuevo etiquetado tendría que darse pronto y su obligatoriedad empezaría a regir en el segundo semestre de 2022, 18 meses después de la expedición de la respectiva resolución. No obstante, en el Congreso también avanza un proyecto de ley sobre etiquetado en comestibles ultraprocesados, conocido como la Ley de Comida Chatarra, la cual después de su paso por la Cámara de Representantes finalmente llegó a discusión a la Comisión VII del Senado.
Esta semana, cuando la Comisión VII debía discutir y votar este proyecto de ley, el proceso se debió aplazar dado que no había el quorum para hacerlo, con lo que promotores del proyecto les preocupa que este sea un nuevo intento fallido.
Desde hace varios años asociaciones de padres como RedPapaz han luchado por sacar adelante esta iniciativa en el Congreso, pero no han tenido éxito. En junio de 2019, tras años de lucha por poner en la agenda legislativa esta ley de etiquetado, el proyecto se hundió sin haber pasado el primer debate.
Hoy la industria de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas usan la tabla nutricional para mostrarle al consumidor la cantidad de grasas, azúcar, sodio y calorías que contienen sus productos. Sin embargo, para Red PaPaz este etiquetado no es suficiente, ya que el promedio de los colombianos no sabe qué porcentaje es dañino ni cómo funcionan estos nutrientes.
La columna vertebral del proyecto propone exigir a las industrias revelar el contenido real de los productos que consumen, en su mayoría los niños, mediante sellos frontales en los empaques.
Cabe recordar que en 2010, la Organización Mundial de la Salud emitió un conjunto de recomendaciones sobre la promoción de alimentos y bebidas dirigida a los niños, estableciendo que “la publicidad y otras formas de mercadotecnia de alimentos y bebidas dirigidas a los niños tienen un gran alcance y se centran principalmente en productos ricos en grasas, azúcar o sal. Muchos datos muestran que la publicidad televisiva influye en las preferencias alimenticias y las pautas de consumo de la población infantil”.
Las voces del debate
Durante los debates de este nuevo proyecto, el Gobierno emitió varios concepto. Eliza Cadena, delegada del Ministerio de Salud, estuvo de acuerdo con que se debe mejorar en materia de alimentación de la población para evitar cargar a futuro en el sistema de salud: “La nutrición y la alimentación tienen un efecto importante no solo en la economía de los hogares, si no en la economía de la Nación”, también hizo referencia a estudios que demuestran que una dieta poco saludable es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo.
A su turno, Carlos Martínez, en representación del Ministerio de Educación, manifestó la intención de esta cartera de colaborar con el desarrollo de los proyectos a discutir, ya que, cuentan con toda una política en temas de estilos de vida saldable para todos los establecimientos educativos del país. “En estas estrategias de Estilo de Vida Saludable trabajamos el tema de la alimentación, la práctica de una actividad física y claves de higiene”.
Para Juan Camilo Montes, director de la Cámara De Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) se debe “evitar la estigmatización de determinados tipos de alimentos y restricciones, que algunos pretenden establecer con alarmismo y sin evidencia científica. El procesamiento de los alimentos en los sistemas de producción es necesario para alimentar a la humanidad y garantizar su salud como lo hemos visto en la pandemia”.
En ese sentido, Juan Andrés Duarte, director de la Cámara de Bebidas de los Empresarios de la ANDI, aseguró que se debe “revisar el objeto del proyecto con el ánimo de que no sea perjudicial contra las bebidas entregadas en tiendas, panaderías, restaurantes. Fenalco estima que, en Colombia, hay alrededor de 450 mil tenderos en el país”.