Si tuviera la posibilidad de elegir entre una universidad pública o una privada para realizar una carrera profesional, sin importar el costo de la matrícula, ¿cuál elegiría? Entre 2015 y 2017 alrededor 30 mil estudiantes de escasos recursos tuvieron esa oportunidad. 25 mil eligieron una institución educativa privada. Esto sucedió en el marco del programa Ser Pilo Paga que entregaba becas condonables a los jóvenes con los mejores puntajes en los Pruebas Saber 11 para estudiar en cualquier universidad del país.  Le puede interesar: Universidades privadas reciben el 98 % de los recursos de Ser Pilo Paga Este año, los primeros beneficiarios de Generación E, el programa que reemplazó a Ser Pilo Paga, se tuvieron que enfrentar a esa  misma pregunta y la respuesta fue una sorpresa. Las primeras cifras que entregó el Ministerio de Educación (MEN) revelaron que, contrario a lo que ocurrió con Ser Pilo Paga, esta nueva generación de ‘pilos‘ le apostó a la educación pública. De los 2.784 beneficiarios del primer semestre de 2019, 1.164 se matricularon en una institución estatal, es decir, el 41,8 por ciento. Pero eso no es todo. Hoy, la Universidad Nacional tiene 351 beneficiarios de Generación E, un número mayor que la Universidad de los Andes que tiene 300 matriculados. Algo que no ocurrió durante Ser Pilo Paga.  Según explicó el viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, este fenómeno ocurre porque así se diseñó el programa. “El diseño de Generación E incentiva el acceso a la pública. Pero, no queríamos restringir la libre decisión que tiene un joven de estudiar en la universidad que desea, por eso ofrecimos la opción de recibir una beca condonable para el pago del 100 por ciento de su matrícula en una pública. Mientras que, si quieren ingresar a una privada, reciben una beca del 50 por ciento del Estado, 25 por ciento de un fondo con recursos privados que creará el MEN y 25 por ciento responsabilidad de institución privada en la que se inscriba el estudiante”. Sin embargo, para otros, como Alex Flórez, representante de la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles (Fenares), este fenómeno puede estar ocurriendo porque las universidades privadas no les interesa pagar el 25 por ciento de la matrícula. “Es probable que no todas las universidades privadas quieran hacer parte de Generación E y los estudiantes se vean obligados a inscribirse en la pública”. Relacionado: 18.240 jóvenes, los primeros beneficiados con Generación E En el caso de la Universidad de los Andes y la Universidad de la Sabana (esta tiene 40 beneficiarios) destinarán parte de los recursos que reciben de donaciones- con los que impulsan sus propios programas de becas- para cumplir con el 25 por ciento de la matrícula que les corresponde. “En nuestro caso, el estudiante se compromete a que el día que consiga trabajo va a devolver el monto que pueda. Porque la idea es seguir financiando este fondo de becas para que otros, que no tienen recursos, puedan ingresar a la Universidad de los Andes”, explicó en este caso Pablo Navas, rector de esta institución. Sin embargo, en otras, como la Universidad Eafit, usarán los recursos propios de la institución. Pero, también hay otros factores que probablemente incidieron en la elección de los estudiantes. Por ejemplo, la poca información con la que inició el programa. Es el caso de Valentina Alejo Rincón, quien obtuvo el mejor puntaje en las Pruebas Saber 11 del Quindío, pero no aplicó a la beca de Generación E, porque la carrera que quería cursar solo la ofrecía una universidad privada, y según ella, el 25 % de la matrícula salía de su bolsillo y no contaba con los recursos. ¿Qué tanto ganan las públicas con Generación E? Las cifras hablan por sí solas. Además de que es muy positivo que muchos estudiantes crean en la educación pública del país, económicamente también genera un impacto positivo. Por estudiante de Generación E, en el componente Excelencia, la Nacional recibirá $ 10.934.700, mientras que los Andes recibirá, en promedio y sin contar Medicina, $17.156.000. A primera vista parece que los Andes continúa recibiendo más recursos, sin embargo, al descontar el 25 por ciento de la matricula por la que debe responder esta universidad, la Nacional terminaría recibiendo casi el mismo recurso que los Andes. Ver gráfico !function(e,t,s,i){var n="InfogramEmbeds",o=e.getElementsByTagName("script")[0],d=/^http:/.test(e.location)?"http:":"https:";if(/^\/{2}/.test(i)&&(i=d+i),window[n]&&window[n].initialized)window[n].process&&window[n].process();else if(!e.getElementById(s)){var r=e.createElement("script");r.async=1,r.id=s,r.src=i,o.parentNode.insertBefore(r,o)}}(document,0,"infogram-async","https://e.infogram.com/js/dist/embed-loader-min.js"); Infogram Así las cosas, todo parece indicar que con este programa van a empezar a ganar más recursos universidades estatales. No obstante, la crítica de que los recursos del Estado se continúan invirtiendo en universidades privadas sigue firme. “Como es posible que el Gobierno le diga al movimiento estudiantil que no hay recursos para invertir en la educación pública, y estén invirtiendo recursos del Estado en las privadas. Yo no estoy en contra de que los estudiantes quieran ingresar a una privada, pero si los recursos son limitados, deben ir a la pública, en donde rinden más, hay calidad y generan un retorno social", puntualizó Alex Flórez.