El Observatorio Laboral del Ministerio de Educación acaba de presentar un completo estudio realizado por Fedesarrollo que dice cómo son los empleos de quienes cursan estudios después de terminar el bachillerato. Con base en cifras recopiladas desde 2001 hasta 2008, la conclusión es que se incrementaron los graduados de cursos técnicos, tecnológicos y profesionales en Colombia. Con base en esta presentación, la ministra de Educación, Cecilia María Vélez, explicó que mientras en 2002 fueron 138.549 las personas terminaron sus estudios de educación superior, en 2007 lo hicieron 184.330.  La cantidad de personas graduadas ha venido ascendiendo año tras año, pese a que últimamente se han presentado dificultades económicas como consecuencia de la crisis mundial. Roberto Steiner, director de Fedesarrollo, dice que es de suma importancia la educación superior para el bienestar económico de las familias del país. Datos que consignó en este documento justifican que en los hogares donde sus integrantes tienen educación superior hay “menos riesgo relativo de caer en la pobreza”. Esto porque, de acuerdo con el estudio de Fedesarrollo, quienes tienen estudios técnicos, tecnológicos o profesionales ganan más dinero que aquellos que no estudiaron y son menos propensos a estar desempleados o a trabajar en el sector informal.  De ahí la importancia de que personas de estratos bajos puedan acceder a este tipo de formación. Y parece que hay resultados al respecto. De acuerdo con la ministra Vélez, la tasa de participación de personas del estrato 3 en la educación superior dio un tremendo salto en los últimos años. En 2003, 23 de cada 100 personas de ese estrato estudiaron después de terminar el bachillerato. En 2008, fueron 41 de cada 100. “Esto es muestra de que los más pobres están accediendo, cada vez más, a la educación superior”, comentó. Cada vez son menos los que dejan sus estudios. Hace algunos años, 50 de cada 100 estudiantes se retiraban de las aulas y no volvían jamás. Ahora lo hacen 44. Si bien ha disminuido, la Ministra dice que la meta es que próximamente sean sólo 20 de cada 100. Otros, en cambio, quieren estudiar pero no pueden hacerlo por dificultades económicas. Los datos de Fedesarrollo dicen que cerca de un tercio de las personas entre los 18 y 24 años que quieren entrar a la universidad o a una institución tecnológica, no pueden hacerlo por falta de plata. Pero quienes logran matricularse y terminar sus cursos, se están encontrando con una poco gratificante realidad: los sueldos van cayendo. El Observatorio encontró que en 2006 el promedio del salario de un recién graduado un poco más de 1 millón 600 mil pesos. En dos años, en vez de subir, bajó en casi 100 mil pesos. Los salarios de los profesionales que se graduaron en 2007 y empezaron a trabajar en 2008 tienen un promedio de 1 millón 500 mil pesos. Y se mantiene la brecha de los ingresos según el sexo. Hay más mujeres graduadas de educación superior, pero ellas ganan menos que los hombres. Fedesarrollo detectó que las áreas más rentables son las ciencias sociales y humanas, las matemáticas y las ciencias naturales. En ese sentido, la ministra Vélez reportó que en los años analizados, la mayor cantidad de egresados salieron de áreas como economía, administración y contaduría, con 369.428 personas, y las ingenierías, arquitectura y urbanismo, con 281.681. Además, el número de egresados de carreras relacionadas con biología, química, física y matemáticas tuvo un incremento del 140 por ciento a lo largo de estos años. Todos los datos arrojados por el estudio del Observatorio Laboral y los análisis de Fedesarrollo sirven para saber hacia dónde debe apuntar la educación superior, de acuerdo con las necesidades de los empleadores y según lo requieran productivas de la economía en general.