La educación ha sido unas las preocupaciones de las administraciones municipales de Medellín en los últimos dieciséis años. Con la construcción de parques bibliotecas, megacolegios pasando por la consolidación del programa Buen Comienzo, para atención de la primera infancia, la capital paisa ha dado ejemplo sobre cómo el manejo de recursos públicos en alianza con la empresa privada puede redundar en una educación de calidad.El turno le tocó a la Alcaldía de Federico Gutiérrez, que declaró a Medellín como territorio STEM + H (por sus siglas en inglés: Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas + Humanidades), lo que significa todo un vuelco en la manera de educar en la ciudad. Como quien dice que, transformados los entornos educativos, es necesario empezar a cambiar la pedagogía que por años ha imperado.El propósito de este modelo, que cuenta con el apoyo de Siemens Stiftung, Siemens Colombia, la Universidad de Los Andes, Universidad Pontificia Bolivariana y la Universidad de Antioquia, es impulsar a los estudiantes para que se formen en ciencias e investigación sin olvidar las ciencias sociales y el humanismo. Según se ha explicado desde la Secretaría de Educación Municipal, así se asume un enfoque interdisciplinario para el aprendizaje, “en donde los conceptos académicos se aprenden en contexto, permitiendo a los estudiantes aplicar la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas; todo esto desde un proceso de desarrollo humano y social haciendo conexiones entre la escuela, la comunidad, la empresa y el Estado, posibilitando el desarrollo de las competencias necesarias que permitan desarrollo y calidad de vida”.Un buen ejemplo de estas experiencias de aprendizaje desde la ciencia, casi desde el empirismo, el ensayo y error, pasó por el Parque Explora de Medellín esta semana, donde 460 estudiantes de Antioquia participaron en la décima edición de la Feria de la Ciencia, sorprendiendo con 139 proyectos de investigación escolar y cuyos ganadores  representarán a Colombia en ferias internacionales.Luis Guillermo Patiño, secretario de Educación de la ciudad, explica que es momento de empezar a cambiar los roles en el aula, donde el profesor sea un guía, un catalizador de la curiosidad de los estudiantes. “Este es un enfoque educativo que busca potenciar las capacidades y los talentos de los estudiantes de Medellín desde la primera infancia hasta la educación superior. Pretendemos trabajar competencias investigativas, trabajar por proyectos donde el estudiante es el centro  y tiene la capacidad de resolver problemas desde una óptica científica y técnica”.En este modelo la rutina se cambia en el aula. El profesor deja de ser el protagonista, se cambia el patrón de las clases magistrales y es el estudiante a través de las preguntas, de la resolución de problemas, apañado con su capacidad de innovar, como participa de la enseñanza. Así se inculca toda una adición científica y tecnológica a los niños.“Pero queremos que todo esto tenga un desarrollo humano integral. Que los estudiantes sean líderes, que sean capaces de tener una conciencia social que influya en los problemas de su colegio y de su comunidad; que sean capaces de trabajar en equipo, que sean críticos, que sean muy humanos. Esto empieza en Buen Comienzo, con la primera infancia, y con 17.000 estudiantes en media técnica, de 158 colegios oficiales, estudiantes que queremos que se integren al sistema de educación superior por medio de las 10.000 becas que tenemos. Pero a través de ferias de la ciencia tenemos más de 7.200 niños en todos los colegios".Uno de los éxitos de la educación en Medellín ha sido la capacidad para formar alianzas con la empresa privada, en este caso con las que hacen parte del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) —Nutresa, Isagén, Haceb, Grupo Argos—, y con todas las universidades, privadas y públicas, según Patiño, esto continuará por los próximos años, “estamos buscando más estrategias y fortaleciendo la educación desde las aulas”.