La realidad de muchos estudiantes en el país es que, a un año del comienzo de la pandemia, no cuentan todavía con dos condiciones fundamentales para acceder a sus clases virtuales: conectividad a internet y un dispositivo tecnológico. Este puede ser, actualmente, el mayor problema en los colegios públicos en un momento en el que la educación pasó de ser presencial a ser digital y se establecieron lecciones virtuales que son asincrónicas (no requieren la presencia del profesor para la realización de las actividades académicas) o sincrónicas (hay interacción en tiempo real con el docente).
En la capital del país, de acuerdo con la Secretaría de Educación Distrital (SED), el 35,8 por ciento de los estudiantes de colegios distritales de Bogotá no cuentan con dispositivos de acceso y conectividad para el desarrollo de su aprendizaje remoto o en alternancia.
En el mismo sentido, una encuesta de percepción realizada a más de 4.000 docentes y rectores de 762 instituciones educativas oficiales del país, realizada por el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, muestra que las tres principales razones por las cuales los estudiantes no participaron en ningún tipo de actividad académica, según los profesores encuestados, son ausencia de la conectividad a internet, falta de dispositivos (computador, tableta, teléfono inteligente) y mala conexión a internet.
¿Qué se está haciendo para que ningún estudiante se quede sin estudiar? En el Gimnasio Sabio Caldas, ubicado en Ciudad Bolívar, hicieron una encuesta para determinar qué familias querían volver a la presencialidad: el 56 por ciento dijo que sí. “Tras conocer los resultados de la encuesta, el gran desafío ahora era cómo vamos a atender esta educación híbrida, cómo con el mismo número de maestros, porque nosotros no podemos aumentar la planta docente, entonces cómo vamos a atender a los estudiantes presenciales y a los estudiantes virtuales”, cuenta Ruth Stella García, rectora de la Institución.
Organizaron una estrategia de trabajo para atender este modelo híbrido de tal manera que el maestro da su clase virtual en el colegio con el grupo presente y esa clase es retransmitida a los estudiantes que están en casa. “De esta manera, podemos garantizar que se puedan atender a las dos poblaciones, sin descuidar a ninguna de ellas. Ha sido una tarea compleja y ardua, pero ha sido posible. Ha implicado generar flexibilizaciones curriculares en diferentes aspectos los planes de estudio, las evaluación y hacer ajustes en la planta física”, explica García.
El 40 por ciento del total de la población de estudiantes (1.030) carecían de conectividad o de herramientas tecnológicas o peor aún, algunos tienen ausencia de ambas. “El Sabio Caldas presta el servicio educativo a población en vulnerabilidad que requieren redes de apoyo y gracias a la Fundación de Monseñor Emilio de Brigard conseguimos 342 tabletas con plan de datos incluido. Así es como hemos superado esta dificultad y logrado que los estudiantes que no tenían estos dispositivos se puedan conectar a las clases”, concluye la Rectora.
Por su parte, la Secretaría de Educación del Distrito, para garantizar que los niños, niñas y jóvenes continuaran con sus procesos de aprendizaje, diseñó la estrategia Aprende en Casa. Mauricio Castillo, subsecretario de Calidad y Permanencia, explica que promueve procesos de aprendizaje remoto, que pueden darse o no mediados por tecnologías. “Estos procesos se estructuran con base en los proyectos educativos de cada institución y en las condiciones de posibilidad de cada contexto, por tanto, se promueven estrategias pedagógicas que hacen uso de la televisión, la radio, la entrega de materiales físicos y el diseño de ambientes de aprendizaje virtuales con herramientas disponibles”, expone.
Para cerrar la brecha digital de Bogotá, la SED diseñó una intervención integral para dar acceso a dispositivos, servicio de internet y fortalecer las habilidades digitales de 105.686 estudiantes en condición de vulnerabilidad.