Las mujeres rurales han sido vulneradas estructural y sistemáticamente en Colombia. Una situación que antecede al conflicto armado, pero que se agrava con la continuidad de la violencia. Así lo registraron las Naciones Unidas y la ONG Oxfam, esta última en su investigación ‘Programa Mujer Rural, avances, obstáculos y desafíos’. La información es la herramienta clave para frenar la discriminación de la que son objeto las mujeres. La mayoría de ellas no conoce las opciones que ofrece el Estado para acceder al reconocimiento pleno de sus derechos como víctimas y exigir su restitución. Ese fue uno de los hallazgos del estudio. De los 2,7 millones de campesinas que registra Oxfam, sólo el 0.8 por ciento se beneficiaron del programa Mujer Rural del Ministerio de Agricultura. El cual fue implementado en 2011 para empoderar a las mujeres del campo. La Unidad de Restitución de Víctimas (URT) reconoce, por su parte, a 3.239 beneficiarias de la política de restitución de tierras. En esta línea, se hace necesario fortalecer los procesos de asociación entre las mujeres rurales. El objetivo es el intercambio de experiencias exitosas que les permita tener información fiable y contrastada de los pasos a seguir para que sus derechos sean reconocidos y restablecidos. Según datos de 2013 de la URT, de 45.825 personas que solicitaron su ingreso al registro del ente estatal, sólo 17.736 de estos casos fueron mujeres. Es decir, sólo representan el 35 por ciento de las solicitudes. Los datos ponen en relieve las dificultades que encuentran para acceder a este procedimiento. La semana pasada, Pasto (Nariño) albergó el encuentro ‘Mujeres reconstruyendo territorio: buenas prácticas asociativas para la restitución’, con el apoyo de ONU Mujeres. Más de 130 lideresas rurales participaron en este evento que buscaba un intercambio de experiencias exitosas para generar empoderamiento de la mujer. Colombia cuenta con una oferta específica de programas destinados a atender a las mujeres rurales. Sin embargo, se subrayó, el problema es la falta de una implementación efectiva que garantice el goce de los derechos. "Si desde arriba no nos tienen en cuenta no podemos avanzar. Somos mujeres protectoras y creadoras de paz desde nuestros territorios", indicó Alba Sonia Córdoba, de la organización de mujeres Las Gaviotas en Nariño, durante el evento. Estos son algunos de los mecanismos que tienen las mujeres rurales para el reconocimiento de sus derechos y en restitución de tierras: Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER) La entidad cuenta con políticas enfocadas a empoderar al campesino a través de recursos públicos. Tiene diferentes programas para mujeres. Por ejemplo, ofrece un subsidio integral de tierras que, hasta el momento, ha beneficiado a 1.596 mujeres cabeza de familia. Además, desde el año 2000, le ha titulado 33.881 predios a mujeres rurales, sobretodo en el departamento del Cauca, que cuenta con 3.159 beneficiarias. Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (FINAGRO) Adscrito al Ministerio de Agricultura, está centralizado en Bogotá pero también opera en las regiones. Ofrece créditos a través de intermediarios financieros para el desarrollo de proyectos agropecuarios. En el marco de su alianza con el ministerio, mantiene una política basada en el enfoque de género. El 30 por ciento de los proyectos deben estar en manos femeninas. Programa Mujer Rural del Ministerio de Agricultura El objetivo de este programa, impulsado desde 2011, es contribuir a reducir la pobreza rural de la mujer, creando escenario de inclusión en la oferta institucional. Con un presupuesto de 6.753 millones de pesos, entre 2011 y 2013 se gestaron 148 proyectos que beneficiaron a 4.395 mujeres del campo. También cuenta con una línea de formación. En 2013, se capacitó a 838 mujeres en 23 municipios de seis departamentos en formación de emprendimiento y para el trabajo rural. Para ello, se invirtió cerca de 1.300 millones de pesos. Unidad de Restitución de Tierras (URT) Según el mandato de la Ley de Víctimas, la URT diseñó la primera fase del Programa Especial de Mujeres, Niñas y Adolescentes en el proceso de restitución .Se trata de un enfoque diferencial que se centra en la equidad de género y en la infancia. Al momento ha beneficiado a 8.300 personas. El 49, 6% son mujeres. Durante el foro, las mujeres insistieron en el problema de la “dispersión territorial” y la centralización de la ayuda, que no llega a los territorios. Asimismo, subrayaron la necesidad de que la asistencia que brinda el Estado no se quede únicamente en una “entrega de tierra”, en una distribución de lotes. Tiene que contemplar una política pública que favorezca el empoderamiento y capacitación de la mujer rural. “La tierra hay que respetarla cuidarla y defenderla; no porque nos da de comer, sino que entorno de ella suceden muchas cosas y debemos llevar una vida armoniosa”, ratificó una de las asistentes.