Priya Naya no tiene formación académica pero si 5 años de sus 8 años de vida en experiencia laboral en una ladrillera en Nueva Delhi, India. Su nombre recorre el mundo después de que la ONG Naya Nagar publicara el perfil de la niña en la red social Linkedln anunciando que Priya no busca trabajo sino educación. Esta es la historia de una más de los 168 millones de niños entre 5 y 14 años en el mundo que deberían estar sentados en un pupitre y no trabajando. “La historia de Priya refleja no solo una problemática social muy grave de la India sino de todo el mundo”, explicó Tamara García, Fundraising de la ONG española. Desde los 3 años Priya trabaja dando vueltas a los ladrillos para que se sequen, cargándolos desde el horno, moldeándolos y cuidando de sus hermanos. Aproximadamente son 600 ladrilleras en Pahassaur a 50 kilómetros de Nueva Delhi en las que 180.000 niños y niñas trabajan en pésimas condiciones. La niña y su familia trabajan 15 horas diarias para conseguir entre todos un total de 6 dólares. La ONG pretende a través del lema Priya no busca trabajo cambiar ladrillos por días de formación  puesto que uno de los mantras de la organización es la educación es libertad y libertad es desarrollo. La forma de lograrlo es buscando donaciones, 20 euros se traducen en 80 días de escolarización. Por lo pronto, el objetivo es recaudar suficiente para asegurar 120.000 días de educación para 300 niños. “Hemos observado que efectivamente las familias están dejando a sus hijos en nuestro Centro Educativo en Passor destinado a más de 150 familias que trabajan en las ladrilleras. A través de esta escuela se benefician 150 niños de clases, de una comida diaria y de sanidad. Nosotros logramos sensibilizar a los padres sobre la importancia de la educación y de los hábitos de higiene diarios”, según García. Niños en Colombia también son Priya Aunque la ONG aún no tiene el tamaño para implementar esta campaña en otros países, como explicó García, es consciente que en continentes como África y América la situación no es diferente a la de la India. “Conocemos la situación de Colombia, el trabajo infantil en su país es un problema enorme en el que se debe trabajar y encontrar una solución para cada vez más disminuir los índices”. En Colombia, aunque según cifras del Dane presentadas  en abril dan cuenta de una disminución del 0,4% en comparación del 2014 con el 2013, el total es preocupante con un 9,3% de menores de edad que actualmente están trabajando, es decir 1 millón 39 mil niños y niñas entre los 5 y los 17 años que según la definición de Trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) están privados de su niñez, de su potencial y su dignidad, y están en condiciones perjudiciales para su desarrollo físico y psicológico. Aunque la mayoría de estos jóvenes se desempeñan principalmente en agricultura, ganadería, comercio, hoteles y restaurantes, 66 mil niños trabajan, al igual que Priya, en la explotación de minas y canteras, entre las que se incluyen las ladrilleras. La caída en la cifra del 9,7% al 9,3% significa que en 2014 52 mil menores dejaron de trabajar. La tasa fijada por el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 es 7,9%. Para combatir el trabajo infantil la Fundación Telefónica con la iniciativa Yo digo aquí estoy han trabajado para disminuir la cifra y generar que cada vez más niños estén en las escuelas y no en el trabajo. Esto, por medio de una aplicación disponible para los ciudadanos que permite denunciar casos de trabajo infantil y facilitar la acción de las autoridades en la búsqueda del restablecimiento de los derechos vulnerados.  El director de la Fundación, Fabián Hernández manifestó que, “además de la utilización de la aplicación, nosotros tenemos escuelas con herramientas tecnológicas en 50 municipios del país que intervienen directamente a más de 55.000 niños y además hemos capacitado 1.200 docentes en el uso de las TICS. De esta forma trabajamos por erradicar el trabajo infantil”. Por otro lado, la fundación Mi Sangre a través del Proyecto Somos Tesoro beneficia a niños que trabajan en minería en Antioquia y Boyacá. Esto lo logran con cuatro pilares que buscan hacer más atractiva la formación de los menores en las instituciones educativas.