La psicóloga Tali Sharot es conocida como la “investigadora del optimismo” y suela afirmar que las personas que piensan positivamente tienen una mejor de vida. Según un estudio que condujo Sharot, las personas usan diversos métodos para combatir los pensamientos negativos. Unas se convencen de que hacen las cosas mejor que los demás, otras siempre justifican sus decisiones por medio de afirmaciones positivas, y por último, hay quienes siempre tienen pensamientos esperanzadores del futuro frente a una situación negativa del presente. Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, también ha estudiado el optimismo. En su más reciente estudio asegura que tener pensamientos negativos es una actitud aprendida. Así las cosas, asegura que es posible rebatir este comportamiento a partir de la introspección positiva. Las teorías de Sharot y Seligman son aplicables a todos los aspectos y situaciones de la vida. Por ejemplo, la educación. En pro de cultivar personas más optimistas, es necesario implementar este modelo en el aula: es pertinente que los educadores de la primera infancia construyan programas que permitan estilos emocionales sanos y optimistas. Una de las metodologías, según Seligman, es retroalimentar positivamente a los alumnos aun cuando no hayan completado la tarea satisfactoriamente. La clínica de Mayo de Nueva York realizó un estudio con 839 personas durante 30 años y pudo concluir que las personas con pensamientos positivos y una visión optimista viven alrededor de 19 por ciento más que aquellos que no tienen esta práctica. El estudio pretende mostrar que todas las personas viven situaciones de estrés en su vida cotidiana, pero aquellas que son optimistas experimentan mejores estados de ánimo que les permiten sobreponerse con mayor rapidez a tratamientos médicos y complicaciones postoperatorias. Para leer más artículos sobre investigaciones en Colombia y el mundo, visite nuestra sección.