Miles de profesores de colegios se sumaron este martes a las protestas por la educación. El pulso en las calles le mide el aceite al nuevo gobierno. Al lado de los estudiantes y rectores de las universidades públicas, los maestros de Fecode comienzan a jugar un rol esencial en esta movilización. Las respuestas del Gobierno como el incremento de 500.000 millones de pesos para educación en el Presupuesto General de la Nación, la promesa de sacar un billón de pesos del presupuesto de regalías y el retiro de los proyectos de ley 057 y 014 (que según el sindicato afectaban, entre otras cosas, los derechos sindicales y laborales de los maestros), siguen sin generar efectos en un sector de la comunidad educativa.
Para complementar: Los acuerdos con Fecode, lo que el Gobierno Duque heredó Esta vez, los docentes salieron a protestar en Armenia, Cali, Pereira, Córdoba, Betania, Antioquia, Pasto y Bogotá, entre otras ciudades. En Bogotá, la marcha de Fecode inició alrededor de las 10 a.m. en la Secretaría de Educación Distrital. SEMANA EDUCACIÓN estuvo allí y habló con algunos de los maestros. Estas son las razones que los sacaron a las calles. Ana Edith Velasco
"Soy egresada de la Universidad Pedagógica y desde 1992 ejerzo la docencia. En este momento doy clase en la Institución Educativa Sierra Morena y tengo cerca de 200 estudiantes de grados noveno y once. Lo más complejo de ser profesor es la falta de interés: de los padres de familia y de los estudiantes mismos. A eso se le suma la falta de recursos y las políticas públicas de la educación hoy en día". Martha Cecilia Sandoval
"Soy licenciada, matemática y estadística, docente del distrito capital hace 18 años. Actualmente trabajo con el colegio Inem Francisco de Paula Santander en la jornada de la tarde. A mi cargo tengo aproximadamente 250 estudiantes, 40 por curso. Desarrollar nuestra labor docente es una ardua labor, teniendo en cuenta que no contamos con todos los recursos y por eso es difícil tener lo que se necesita para trabajar en el aula. Algunos colegios cuentan con escasez de material como libros y tecnología. Así es imposible tener una educación con calidad". Juan Sánchez
Soy profesor de Diseño Gráfico de la Universidad Nacional y directivo de la Asociación Sindical de profesores Universitarios (Aspu). Siempre he tenido a mi cargo por lo menos grupos de mínimo 15 y máximo 60 estudiantes, de acuerdo al tipo de asignatura. Ser profesor es difícil porque es una profesión que no se estimula. La condición de precariedad de los profesores de las universidades públicas y privadas es indignante porque se nos contrata por periodos de cuatro meses. Y a los que somos profesores de planta nos pueden considerar privilegiados. Pero realmente nos toca trabajar también en condiciones de inferioridad en puntos de vista salarial. Fuera de eso, nos chocamos con las condiciones de infraestructura y tecnología en el ejercicio de la docencia. Nelson Javier Alarcón Suárez
Para leer: “Si seguimos así vamos a llevar la educación pública a una debacle” Soy docente de primaria desde hace 24 años y llevo 20 días como presidente de Fecode. Hoy el Gobierno Nacional solo ha cumplido el 20% de la totalidad de los acuerdos pactados y firmados en 2017. Falta cumplir el acuerdo sobre la evaluación con carácter diagnóstico formativo para que nuestros maestros y maestras puedan ascender y posicionarse en el escalafón docente. Tampoco se ha cumplido el acuerdo en el que pedimos una comisión de Alto Nivel, la cual podría proponer modificaciones a la Constitución para garantizar mayores recursos desde la educación preescolar hasta la educación superior. Luis Fernando Céspedes Rueda
Llevo once años ejerciendo la docencia y hace tres doy clases en la Institución Educativa El Bosque, de Soacha. Allá las aulas son diseñadas para 30 o 35 estudiantes. Pero en realidad atendemos entre 45 y 48 estudiantes. A parte de eso, otro problema es que por falta de presupuesto ya ni la luz podemos usar. Le colocaron tapas a los conectores. Uno trata de innovar lo más que puede pero ya no podemos tener acceso a las tecnologías. En vez de evolucionar nos ha tocado quedarnos en la copia tradicional en el cuaderno. Considero que lo que piden los universitarios es muy poco comparado a lo que nosotros, los egresados, les hemos dado a este país. Por eso, también venimos a apoyar a los estudiantes de las instituciones de educación superior. Necesitamos la unión entre todos los sectores educativos y el cumplimiento de los 24 acuerdos. Juliana Molano Rojas
Soy docente del Magisterio de Soacha, nombrada hace 12 años. Doy Ciencias Económicas y Políticas en la Institución Educativa Integrado de Soacha. Allá atiendo entre 40 y 45 estudiantes en los grados décimo y once. En el 2017 se firmaron unos acuerdos. La expectativa fue grande para que mejoraran las situaciones. Sin embargo, en la mía no todavía hay problemas. Por ejemplo, el número de estudiantes que ingresan es demasiado alto. En preescolar, que deberían ser cursos de menos de 25 estudiantes manejamos actualmente 35. Tenemos que trabajar con los mismos recursos que si tuviéramos una cantidad menor. Leida Cecilia Perea
Trabajo en el colegio Ismael Perdomo de la localidad Ciudad Bolívar. Hace más de 35 años soy maestra chocoana y estoy en Bogotá desde 1977. En Colombia es muy difícil ser profesora debido a que los recursos no son los adecuados para las instituciones. Cada vez nos recortan más recursos y nos vemos obligados a desarrollar nuestra labor académica sin ciertas cosas: no hay aulas especializadas, nos faltan laboratorios. En mi colegio por lo menos nos faltan canchas para los muchachos. Le puede interesar: ¿Por qué el Gobierno no va a cumplir las exigencias del movimiento estudiantil? Fotos: Diana Rey.