Desde los años noventa, en Colombia, el Ministerio de Educación fusionó tres asignaturas -Geografía, Historia y Democracia- en el área de Ciencias Sociales. En parte, para enfocarse en Ciencias, Matemáticas y Lenguaje, y así desarrollar, con una mayor intensidad horaria, las competencias que evalúan las pruebas internacionales, como Pisa. Lo mismo ha ocurrido en toda América Latina; los gobiernos han limitado el estudio de asignaturas como la geografía, por su incomprensión de la disciplina y de sus objetos de estudio. Así lo afirmó Sonia Castellar, profesora de Metodología de la Enseñanza de la Geografía en la Universidad de Sao Paulo (USP).Y ahora que países como Brasil y Colombia están trabajando en un currículo nacional y en la creación de contenidos para los colegios con bajos niveles de desempeño, vuelve a tener vigencia pensar y a discutir sobre la pertinencia de algunas áreas del conocimiento. Para Sonia Castellar, una de las mayores autoridades académicas de la región en la didáctica de la geografía, enseñar esta asignatura en los colegios es fundamental para que los niños comprendan y reflexionen sobre las relaciones entre la sociedad y el espacio, para que analicen cuáles han sido las diferentes formas de apropiarse del entorno.Desde luego, la reflexión sobre el espacio no es una cuestión únicamente académica. La geografía les puede permitir a los jóvenes comprender el presente y el pasado. Por ejemplo, ahora que se habla sobre la posibilidad de un acuerdo de paz, hay que entender por qué estuvimos en guerra, y para hacerlo, la ubicación espacial es una herramienta necesaria. Es imposible entender por qué algunas regiones, como el Tolima y los Llanos, fueron un escenario de conflicto, sin preguntarse por la titulación, los baldíos y los enfrentamientos por la posesión de las tierras. Cómo superar la violencia en Nariño, Urabá y Buenaventura, sin conocer las rutas del narcotráfico. Solo al estudiar las relaciones espaciales y la organización territorial, según Castellar, es posible entender cómo se han desarrolla las disputas territoriales.Sin embargo, para el profesor de geografía de la Universidad Pedagógica, Alexander Cely, la comprensión espacial del territorio tiene que construirse también desde el lugar en el que se enseña, porque cada sociedad y cultura adapta los lugares y los paisajes a su cosmovisión. En Palenque de San Basilio, por ejemplo, el arroyo que lo rodea tiene muchos significados; es un lugar de sociabilización, pero también, un lugar que conecta con otra dimensión del mundo, en el que todo funciona al revés, los pies miran hacia atrás y la comida la cocinan sin sal. Así se lo sostuvo a Semana Educación el palenquero Raúl, el sin camisa. Entonces, estudiar y conocer las diferentes formas de apropiación espacial, es una herramienta para que los jóvenes entiendan las diferentes realidades culturales.No obstante, los conflictos y la simbología espacial son tan solo unos ejemplos. En el Encuentro de la Red Latinoamericana de Geógrafos, que tendrá lugar en Bogotá en del 6 al 9 de septiembre, académicos y maestros discutirán sobre diferentes didácticas y estrategias para la enseñanza de la geografía. Además, según Sonia Castellar, en el evento se compartirán las investigaciones, con el objetivo que desde la academia se pueda influir en las políticas educativas, en la elaboración de currículos, en la formación de maestros en las universidades, y en el aprendizaje espacial en colegios y escuelas.