La pandemia obligó a las universidades del país a adaptarse en cuestión de semanas a la virtualidad. Y si bien muchos ya tenían avances en la materia, el choque de la presencialidad a la virtualidad no fue sencillo. Pese a los esfuerzos que se han hecho para adaptar el modelo educativo, muchos estudiantes y padres de familia sienten que la virtualidad no ha llenado sus expectativas.
Un reciente estudio hecho por EY Parthenon en varios países como Colombia, México y Perú, mostró que el 96 % de los jóvenes universitarios no está satisfecho con la virtualidad, mientras que el 36 % de los padres colombianos piensan que es mejor la experiencia de aprendizaje en las clases presenciales que en las virtuales.
La educación virtual fue una medida de emergencia para evitar perder un semestre o el año escolar. Pero sin duda sembró las bases de un nuevo esquema de educación que llegó para quedarse más aún en medio de las dudas que genera la presencialidad en algunas personas mientras se mantenga la ocupación de camas UCI por encima del 90 % tal y como sucede actualmente en Bogotá.
Teniendo en cuenta este panorama, la Universidad de los Andes, institución que ha marcado tendencia en el manejo de la pandemia en su comunidad estudiantil, anunció cómo serán las clases para el segundo semestre de 2021.
A través de una carta, el rector de la Universidad, Alejandro Gaviria, informó que se planeó una cartelera académica que les permita a los estudiantes elegir un modelo flexible, incluyente e innovador, ajustado a sus necesidades y preferencias. “Creemos que la presencialidad es crucial para el proceso de aprendizaje y el bienestar de estudiantes, profesores y empleados de apoyo administrativo”, dijo.
El exministro de Salud informó que la vacunación de los profesores y personal de apoyo administrativo avanza satisfactoriamente, los protocolos de bioseguridad cuentan con la certificación de ICONTEC y la positividad para covid-19 en la comunidad ha sido de 0,7 % en el transcurso del último año. “Estamos preparados para el regreso que, estamos seguros, será de gran beneficio para todos”, reiteró Gaviria.
Por tal razón, y teniendo en cuenta las necesidades de cada estudiante, la cartelera académica de la Universidad de los Andes será 50 % de cursos semipresenciales y 50 % de cursos virtuales en la mayoría de los programas. “Los estudiantes podrán organizar un horario flexible, ya sea presencial, combinado entre presencialidad y virtualidad, o completamente virtual”, precisó el rector.
Un poco más de un tercio de los cursos semipresenciales ofrecerá 100 % de sus sesiones en el campus y otro tercio ofrecerá más de la mitad de las sesiones en el campus. Las sesiones presenciales de cursos semipresenciales ya no serán obligatoriamente ofrecidas en las dos modalidades.
Esta decisión implica que la sesión presencial no se transmite en vivo ni se graba de manera obligatoria, por lo cual la presencialidad en estos cursos será obligatoria.
La excepción a estas medidas son los cursos grandes de más de 49 estudiantes (el límite de aforo por aula según la normatividad vigente) y los cursos introductorios o cursos obligatorios esenciales para el avance efectivo de los estudiantes en su carrera (definidos así por cada programa). Estos dos tipos de cursos se ofrecerán en versiones 100 % virtual o semipresencial con transmisión en vivo a estudiantes remotos o grabación de la sesión.
En la oferta de cursos, que los estudiantes tendrán a disposición antes del inicio del período de inscripción de horario, podrán identificar los cursos virtuales, los cursos semipresenciales sin transmisión en vivo ni grabación y los cursos semipresenciales con transmisión en vivo o grabación.
“Nos enfrentamos a una nueva realidad que nos invita a cambios y, como Universidad, nos adaptamos y transformamos. Esperamos que próximamente podamos regresar al campus y a una vida universitaria plena”, concluyó Gaviria.