“El futuro de nuestros jóvenes no va a depender de dónde nacen sino de su talento, de su dedicación. A los nuevos pilos les digo ya, felicitaciones, es hora de construir ese nuevo país”, así anunció el presidente Juan Manuel Santos en septiembre de este año en la presentación de la segunda versión de ‘Ser Pilo Paga’. La continuación de un programa que se ha convertido en la apuesta del gobierno nacional para facilitar el acceso a instituciones universitarias acreditadas a los jóvenes con menos recursos y que tengan los mejores resultados en las Pruebas Saber 11. Para la versión 2016 se abrieron 11.000 cupos. En el 2015 fueron, en total, 9.048 jóvenes quienes accedieron al programa. Esta experiencia ha sido registrada por medios internacionales y vista con buenos ojos por otros gobiernos. SEMANA Educación buscó otras experiencias similares al programa ‘Ser Pilo Paga’ y encontró dos muy interesantes. Por un lado, el gobierno vecino del presidente Rafael Correa inició en septiembre de 2014 un modelo semejante al colombiano cuando entregó 510 accesos a jóvenes representantes de pueblos y naciones de Ecuador. Y por otro lado, la experiencia LIU Promise de la Universidad de Brooklyn que es un modelo que fue creado en 1926 con la ideología de educar y empoderar a hombres y mujeres en los diferentes caminos de la vida. Y por último, el caso peruano, la Beca 18, muy similar al programa colombiano y que para este año cumplió con la meta que el gobierno de Santos se propuso para el 2018, 40.000 becarios. Ecuador, un modelo nuevo El 3 de septiembre de 2014, el gobierno ecuatoriano anunció la entrega de 510 becas a jóvenes representantes de pueblos y nacionalidades del país vecino con las cuales podrán acceder a universidades particulares. El objetivo del programa es democratizar la educación. “200 años pasaron para entender que debíamos consolidar una sociedad democrática, entonces se crearon las oportunidades, pero solo actualmente se han establecido las políticas públicas que permiten la igualdad y reivindican los derechos de los grupos que históricamente fueron excluidos”, afirmó el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño cuando anunció la entrega. Este programa se esperaba desde hace mucho tiempo en la sociedad ecuatoriana, y fue hasta el gobierno de Correa cuando se logró implementar. El programa se conoce como Política de Cuotas en la Educación Superior y facilita que los beneficiarios puedan estudiar en cinco universidades privadas, sin pagar la matrícula y con un aporte adicional para otros gastos. De los 510 estudiantes, el 42 por ciento son indígenas o afrodescendientes, el 3 por ciento son discapacitados y el 55 por ciento son personas de escasos recursos económicos. René Ramírez, secretario nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador, explicó que con este programa se busca democratizar las universidades privadas, donde el 70 por ciento de sus alumnos pertenecen al 20 por ciento más rico de la población y en las que la población más pobre no ha tenido acceso. Según información de la Cancillería del país vecino, en los últimos siete años, la matrícula de las universidades se ha incrementado un 8 por ciento, mientras que los ingresos a la universidad de quienes provienen de los estratos más bajos se elevaron del 11 por ciento al 25 por ciento. Ecuador es, según la Comisión Económica de América y El Caribe (Cepal) el país en la región con la mayor tasa de matrícula universitaria. Universidad de Brooklyn, un ejemplo a seguir En 1926 en Brooklyn, un barrio de Nueva York, se fundó la universidad privada Long Island (LIU, por sus siglas en inglés Long Island University). Posteriormente, crearon el programa LIU Promise, la promesa de la institución de asegurar que los jóvenes tengan las herramientas, la guía y el soporte para cumplir con sus metas personales. “La misión de LIU es proveer acceso a excelente educación superior a personas de todos las condiciones sociales que estén en la disposición de expandir su conocimiento y prepararse para una vida significante y educada y para servir a sus comunidades y al mundo”, expone la institución. Bajo esa premisa, desarrollaron el Plan para el Éxito Académico (PAS) dirigido a estudiantes en riesgo por sus condiciones socioeconómicas. Por medio de este programa se atiende a los jóvenes para que entren a estudiar a la universidad, se hace un acompañamiento psicosocial, académico y se trabaja en mejorar ciertas habilidades que exige la institución. El modelo de LIU es especialista en los procesos de integración de distintas comunidades en un mismo espacio. Brindan becas para los mejores estudiantes y a la vez se encargan de que todo el proceso de ingreso a la universidad sea el mejor y el más favorable para que no se genere ningún tipo de rechazo ni de problemas sociales con el resto de estudiantes. “Ser muy inteligentes, muy capacitados, no es suficiente para que los jóvenes se integren efectivamente por medio de una beca a una universidad privada con un público específico, en este caso de un nivel económico alto. Ellos no tienen la base para entrar a esa sociedad”, afirma Gladys Schrynemakers, directora ejecutiva de soporte académico y efectividad LIU, además de directora del programa LIU Promise, y explica, “por eso debe haber un programa de tutores que acompañen al estudiante en su proceso de integración, pero no uno académico, sino una persona que los esté llamando, que les pregunte sobre sus problemas diarios, que le cuenten si tiene problemas con compañeros”. Perú, los 50.000 becados Hasta el momento son 45.000 los becarios, a finales de 2016 serán 50.000. Todos pertenecen al programa Beca 18, la cual forma parte de las estrategias de inclusión social del gobierno y del Ministerio de Educación de Perú. Al igual que ‘Ser Pilo Paga’, tiene como objetivo la equidad en el acceso a la educación superior de los jóvenes en situación de pobreza y pobreza extrema, así como garantizar su permanencia y la culminación de sus estudios a fin de que puedan insertarse en el mercado laborar y aportar de esta manera al bienestar de sus familias y del desarrollo del país. Beca 18 financia los estudios en pregrado en universidades y en institutos tecnológicos a estudiantes con alto rendimiento académico y bajos recursos económicos. Para el próximo año, el gobierno peruano anunció 5.000 nuevas becas. La experiencia del programa ‘Ser Pilo Paga’ puede aprender de otras como estos tres casos para mejorar su formato y que sea más eficiente, al igual que otros países pueden implementar ciertas cualidades del colombiano. Semana Educación seguirá indagando sobre modelos similares alrededor del mundo. Revista digital Semana Educación. Este artículo forma parte de la última edición de la revista digital Semana Educación.Si quiere informarse más sobre este tema y otros relacionados con la educación descárguela. Para el debate ¿Cuál es su opinión sobre el programa 'Ser Pilo Paga' en Colombia frente a las becas similares que hay en otros países? Deje su comentario en nuestro Twitter @SemanaEd y @Simongrma.