Tres años han pasado desde la muerte de Sergio Urrego, su nombre dejó de ser extraño para muchas personas en Colombia, que hoy lo recuerdan como el joven que puso a pensar al país si en los colegios funcionaba la ruta contra la discriminación que les ordenaba la ley de convivencia. Este lunes se conoció una segunda condena en el caso de discriminación sexual que llevó al suicidio del estudiante en 2014. Se trata de la psicóloga Ivonne Andrea Cheque, quien trabajaba en el Gimnasio Castillo Campestre, institución en la que estudiaba el menor.Según Colombia Diversa, organización de defensa de derechos humanos de las personas LGBTI, la segunda de las tres implicadas en este caso aceptó su responsabilidad después de que se adelantara un proceso penal en contra de miembros del colegio, acusados de actos de racismo y discriminación agravado, falsa denuncia en contra de persona determinada, ocultamiento y alteración o destrucción de elementos materiales probatorios.Lea: El libro inspirado en el caso de Sergio UrregoColombia Diversa aseguró que el juez 51 penal del Circuito aprobó un preacuerdo mediante el cual, la extrabajadora del Colegio Gimnasio Castillo Campestre aceptó su responsabilidad por los delitos de discriminación agravada y falsa denuncia en contra de persona determinada. Según explica Colombia Diversa en su página web, esta profesional será condenada a una pena de 35 meses de prisión y al pago de 8,49 salarios mínimos legales vigentes a título de multa y se comprometió a disculparse públicamente por los hechos. La organización sostiene a su vez que “este nuevo preacuerdo sería una muestra de la culpabilidad del colegio y abre una puerta del caso”.Relacionado: Padres de familia podrían pedir cierre de colegios donde reincida el bullyingDe acuerdo con la investigación del caso , Urrego, que tenía en ese entonces 16 años, se lanzó al vacío el 4 de agosto de 2014 desde la terraza del centro comercial Titán Plaza en una crisis emocional, ocasionada, al parecer, porque la rectora de la institución educativa, Amanda Azucena Castillo, y la psicóloga, Ivonne Andrea Cheque, presionaron a los padres de la expareja de Urrego para que lo denunciara por acoso sexual. En septiembre de 2014, Alba Reyes, mamá de Sergio Urrego, interpuso acción de tutela contra el Colegio Gimnasio Castillo Campestre, la Secretaría de Educación de Cundinamarca, la Fiscalía General de la Nación, la Comisaría Décima de Familia de Engativá y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Esta acción de tutela, presentada ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca exigía la protección de los derechos de Sergio y su familia. Todo esto después de que Urrego fuera víctima de la apertura de un proceso disciplinario, de imprevistas interrupciones en su jornada académica, obligado a acudir a sicorientación, señalado de acoso, entre otros actos derivados de una muestra de afecto pública con otro joven en su colegio.Le puede interesar: ¿Uniformes iguales para niños y niñas en colegios colombianos?La Corte Constitucional, en la Sentencia T-478, protegió los derechos de Urrego a la igualdad y no discriminación, al libre desarrollo de la personalidad, a la educación y al debido proceso. El 11 de octubre de 2016, Rosalía Ramírez, veedora del Gimnasio Castillo Campestre, aceptó su responsabilidad penal por los actos de discriminación en contra de Urrego, al afirmar un preacuerdo con la Fiscalía. Para ese entonces, Ramírez se comprometió a testificar en el proceso que se adelantaba contra la exdirectora del la institución educativa y la misma psicóloga en cuestión.Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.