En tablas quedó la reunión de este lunes del Consejo Superior de la Universidad del Atlántico (UA), en la que se discutieron los señalamientos de presunto acoso sexual contra el rector de esa institución de educación superior, Carlos Prasca. Incluso, estuvo sobre la mesa una posible licencia para el directivo mientras los hechos se esclarecen.El Consejo admitió que, en esta sesión, voceros del alumnado expusieran ante ese cuerpo colegiado no solo el supuesto comportamiento lascivo de Prasca con algunas estudiantes de la UA, según fotos, audios y conversaciones de chat hechas públicas, sino los demás malestares con su administración, que va por los 20 meses.Sin embargo, tras ocho horas de deliberaciones, la decisión —según un comunicado del Consejo Superior— fue acoger los principios de “presunción de inocencia y el derecho al debido proceso” para aguardar “los resultados de las investigaciones que están en curso” ante la Procuraduría. Ello, “antes de adoptar una decisión sobre la situación administrativa del rector”.Le puede interesar: Tengo los recursos para pagar la nómina pero para nada más U. del AtlánticoEl pasado 31 de enero el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, en un evento para rechazar la violencia contra niños y mujeres, anunció que Prasca sería indagado disciplinariamente de forma preliminar. El directivo anunció que hasta este lunes se notificó ante el ministerio público.Enfrentamiento Sin quitarle hierro a las graves acusaciones, este episodio es uno más de la guerra que se vive al interior del claustro, que aún no sana las heridas dejadas por tres años de interinidad y la lucha entre varios sectores por hacerse con el control de la rectoría. Desde luego, también hay un trasfondo político y es que a Prasca se le identifica con Cambio Radical y con la casa Char.La elección del rector no fue menos polémica. Fue realizada con un voto decisivo de un miembro del Consejo de la institución incurso en una presunta inhabilidad, que fue subsanada a última hora por un fallo de tutela.Parte de las denuncias de algunos estudiantes y de sectores opuestos a Prasca tienen que ver con que se estaría ampliando la base de contratos de prestación de servicios para saciar el apetito burocrático de dicha colectividad. Prasca ha negado vehementemente tales acusaciones y las ha endilgado a facciones de la “extrema izquierda” dentro de la universidad.Le recomendamos: Universidad del Atlántico comienza una nueva eraLa tensión ha subido a niveles inimaginables, cuando encapuchados atacaron el bloque donde se encuentra la rectoría con elementos explosivos e incendiarios el pasado 7 de febrero y luego se enfrentaron a piedra contra elementos de la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) que se acercaron a atender la emergencia.De ahí que se decidió que en la madrugada del día siguiente los uniformados ingresaran al plantel, donde reportaron haber hallado tres barras del explosivo indugel, nueve botellas de químicos y tres bolsas de benzoato de sodio.Tensión En la noche del domingo, previo a la reunión de este lunes del Consejo Superior en la sede de la Gobernación del Atlántico, se repitió el registro policial, sin que se hallara mayor cosa. “Esto con el fin de evitar manifestaciones y alteración del orden público”, dijo el coronel Jorge Pinzón, comandante operativo de la Mebar, quien dio cuenta de información de inteligencia sobre eventuales desórdenes.La mañana del lunes llegó con varios estudiantes apostados cerca de la Gobernación del Atlántico, en una manifestación pacífica que iba creciendo en simpatizantes conforme iban pasando las horas.“La petición principal es el retiro inmediato del señor Carlos Prasca de la rectoría de la Universidad. Es un tipo que ha afectado la moral pública de la sociedad atlanticense, ha vulnerado el buen nombre de la institución y que ha desatado una forma de gobierno corrupta, politiquera; desbordada en contratación y en violencia contra los estudiantes”, expresó un líder estudiantil que prefirió el anonimato.Ante las acusaciones de acoso sexual, Prasca dejo saber durante la reunión que llevaba un as bajo la manga: una declaración extrajuicio de una de sus supuestas víctimas, en la que lo exoneraba de cualquier culpa y acusa a otros miembros de la comunidad académica de hacer un montaje en contra del rector. La versión deberá ser contrastada por las autoridades.Le sugerimos: Más recursos para la Universidad del AtlánticoEl gobernador Eduardo Verano, miembro del Consejo Superior, señaló a la salida —tras indicar que no se consideró necesario brindarle una licencia al rector— que “las denuncias de acoso sexual deben ser expuestas ante los entes. Al doctor Prasca lo asiste la presunción de inocencia y el debido proceso. Las pruebas que dicen que hay deben ser puestas a la orden de la Procuraduría para que ellos continúen la investigación”. Lo cierto es que la decisión de este lunes le da un balón de aire a Prasca para mantenerse al frente de la rectoría de la Uniatlantico. La consecuencia es que se doblarán tensiones al interior del claustro, así como las apuestas por su permanencia, mientras la Procuraduría entrega su veredicto.Lea también: El acoso sexual estremece al mundo