La pasada semana, el PNUD reunió a diferentes actores del sistema educativo, entre académicos, rectores y docentes, para discutir sobre los desafíos que tiene Bogotá en la educación. Lo hizo en el marco de la ronda de presentaciones de su último informe ‘Misión Calidad para la Equidad, Educación de calidad: para una ciudad y un país equitativos’, que el organismo lanzó el pasado mes de julio. En este se hace un recorrido sobre el estado de la educación en la capital y, en menor medida, sobre el país. Semana Educación tuvo acceso en exclusiva a las conclusiones a las que llegó este grupo de expertos reunidos por el organismo internacional. Unas demandas que tendrá que tener en cuenta el nuevo alcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa, elegido en las pasadas elecciones regionales del 25 de octubre, si lo que pretende es dejar un legado acorde con las necesidades del sector educativo. Y es que la saliente administración no cumplió muchas de sus promesas, como lo publicó recientemente Semana.com y especificaba las carencias del gobierno de Gustavo Petro de acuerdo con la oficina de control interno. En este se indicó que el exalcalde no cumplió con parte de las metas del Plan de Desarrollo que presentó al inicio de su legislatura. Uno de ellos, la educación. A este respecto, prometió, por ejemplo, construir 86 colegio nuevos, y hasta la fecha sólo se han entregado tres. La administración de Petro declaró posteriormente que varias instituciones están todavía en construcción. En este clima de resaca electoral, los expertos reunidos del PNUD hablaron de la necesidad de que el nuevo alcalde se centre en resolver temas claves. Estos son los nueve más importantes: 1. Fortalecer el papel del maestro. Se deben ampliar las plantas docentes y administrativas en los centros educativos. También asegurar una capacitación en posgrado adecuada para el profesorado, teniendo en cuenta sus preferencias e intereses. Impulsar así mismo el cambio de las prácticas pedagógicas 2. Buscar, desde la educación, una nueva concepción y definición del término de desarrollo y de la construcción de una sociedad deseable como colombianos y latinoamericanos, sin fórmulas importadas desde el exterior. 3. Ajustar las políticas educativas a los contextos y realidades de las comunidades beneficiarias y de los estudiantes. La educación se debe integrar en el contexto de tal manera que el conocimiento responda a los elementos que acompañan a los alumnos, a sus necesidades, a sus problemas cotidianos y al reforzamiento de la identidad colombiana. 4. Dar prioridad a la familia como actor responsable del proceso de formación de los menores, no sólo en términos del conocimiento, también en aspectos socioemocionales, éticos y morales. 5. Reducir los niveles de corrupción que caracterizan al país desde educación, al fomentar una formación en valores. Los asistentes aludieron a las acciones de las personas que han accedido a formación de alto nivel y tienen reprochables comportamientos en materia de vulneración de lo público. 6. Dejar de entender la educación como una herramienta para entrar en el mercado laboral. 7. Descentralizar la educación: los programas y estrategias de Gobierno deben llegar a los territorios y tener un enfoque diferencial. El objetivo del sector educativo no se debe centrar en crear escuelas especializadas, sino estrategias de inclusión no segregadas que fomenten la convivencia, la tolerancia y la solidaridad. 8. No reducir la escuela a su concepción racional, sino reconocer la emocionalidad, los afectos y la corporalidad como parte de la enseñanza integral de los niños.   9. Realizar estrategias para luchar contra la deserción en la secundaria y media que generalmente se asocia con factores económicos o sociales, sin tener en cuenta el desinterés que causan los currículos que se ofrecen en primaria.