El compromiso con la educación no es, ni puede ser, exclusivo de los gobiernos. El sector privado se ha convertido en el mejor aliado de los estados para intervenir allí donde estos se ven superados por las circunstancias, bien porque los recursos no alcanzan o porque su inoperancia no permite consolidar proyectos educativos pertinentes.Le puede interesar: ‘Paul Polman: “La participación de los empresarios en la sociedad tiene que ser positiva”‘Cada vez son más las empresas que dedican su Responsabilidad Social Empresarial o Corporativa (RSE o RSC, por sus siglas) a mejorar la calidad de la educación y brindar oportunidades de formación a los niños. La razón es, según Luis Guillermo Hernández Llamas, gerente de responsabilidad social de Direct TV,  porque el sector se ha dado cuenta que “en términos económicos es mucho más eficiente para un país educar que reeducar, y desde la educación es posible transformar una sociedad de forma más efectiva”. ‘La escuela que le roba jóvenes a los grupos armados‘De la misma opinión es Constanza Liliana Alarcón Párraga, directora de la Fundación Alpina, y Luz Marina Velásquez, gerente del Área de Responsabilidad Corporativa de Sura, quienes consideran que los aportes de las empresas a la consolidación de un sistema de educación fuerte en el país son fundamentales. Sin embargo, los tres coinciden en que todavía existen ciertas deficiencias a la hora de lograr que las intervenciones tengan un mayor alcance y generan transformaciones de impacto en la educación de Colombia. Todos ellos serán panelistas durante la Cumbre Líderes por la Educación 2016 que se llevará a cabo este 14 y 15 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio. Estos son los desafíos que, según ellos, todavía arrastra la RSE: 1. Las empresas deben concentrar su RSE en su expertise, en vez de optar por la filantropía o tratar de incidir en parámetros de la educación en los que no son expertos. El sector privado cuenta con muchos profesionales de alto nivel cuyos conocimientos deberían ponerse a disposición de la educación para hacer un aporte más efectivo.2. Focalizar las necesidades reales del país. No tiene sentido una RSE sin objetivos claros ni indicadores reales. Las intervenciones no se pueden reproducir de un territorio a otro, sino de acuerdo a las características del contexto. 3. No hacer RSE para figurar o desde la perspectiva del asistencialismo. La finalidad de las acciones empresariales deben enfocarse a transformar la realidad. 4. Centrar las intervenciones de responsabilidad social en las regiones vulnerables y no solo en las que reportan mayor visibilidad a nivel de opinión pública, clientes y grupos de interés.Puede leer: Responsabilidad social empresarial: en el corazón de las empresas5. Desarrollar proyectos sostenibles, que trasciendan a la propia empresa y que cuenten con el compromiso de las autoridades territoriales para mantenerlos en el futuro. La RSE no puede ser cortoplacista. 6. Poner mayor énfasis en los procesos de control y seguimiento de los proyectos para monitorear los resultados y reforzar las deficiencias.  La necesidad de crear alianzas público-privadas de impacto, basadas en medidores reales y actualizados, será debatida ampliamente por expertos nacionales e internacionales en la Cumbre Líderes por la Educación, elevento más importante en materia de Educación.