La conclusión a la que llegaron los expertos en educación que participaron en los conversatorios de la mañana de la Cumbre Líderes por la Educación, organizada por Semana Educación en el Cubo de Colsubsidio en Bogotà, es contundente: se requiere reformular la educación para adaptarla a los tiempos que corren y a las nuevas demandas de un mundo cada vez más rápido y volátil. Según Marc Prensky, líder en tecnología y educación, solo desde una educación diferente preparemos a los niños para los desafíos del siglo XXI. Alejandro Santos, director de la Revista Semana, abrió el evento con un resumen de las noticias más importantes del año y además, describió a grande rasgos, las características de las mesas de discusión que se sucederán a lo largo de los dos días de Cumbre.El siguiente en intervenir fue Francisco Cardona, ministro de Educación encargado tras la renuncia de Gina Parody, que dejó su cargo cinco semanas para unirse a la campaña del ‘Sì’. “Estamos aquí reunidos para pensar la educaciòn en los próximos años en un escenario de paz. Eso implica nuevos compromisos, pero los recursos para la educación son inaplazables, porque la educación nos va a garantizar una paz duradera y estable y a construir un país próspero”, indicó. Y concluyó que, lo que se está haciendo desde el Gobierno Nacional “es soñar por un país con igualdad de oportunidades y abriles las puertas a los niños y niñas para dignificar la vida de los colombianos”.Sin embargo, Cardona fue crítico con la realidad del país en términos de educación y subrayó que todavía queda camino por recorrer para ser un referente a nivel mundial. “Tenemos que fortalecer el sistema educativo, mejorar el acceso y la calidad. Implementar la jornada única, apostar por la excelencia docente, fomentar el bilingüismo y asegurar la educación superior de calidad”. En términos de cifras, el ministro encargado anunció que el Gobierno construirá 10.000 aulas por año en lo que resta de presidencia de Juan Manuel Santos. También que entregarán 17.000 becas de maestrìa para docentes y que lograrán una tasa de cobertura del 52 % en instituciones de educación superior. Hablemos de cómo transformar la educaciónCon estas palabras, Francisco Cardona inauguró los conversatorios del día, con el panel ‘Contenido y currìculo para el trabajo en el aula de clase’, con la participación de Víctor Saavedra, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media; Luisa Pinzano, directora de Alianza Educativa; Horacio Álvarez Marinelli, especialista senior en Educación para Colombia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Marc Prensky, experto mundial en tecnología y educación, y Andrea Escobar, directora de Semana Educación, encargada de moderar el panel.En su discurso inaugural, Prensky fue claro al afirmar que se necesita redefinir la educación para que se ajuste a la volatilidad de los tiempos que corren, porque los jóvenes de hoy y los niños del mañana no son los mismos que hace 20 años, ni el mundo es igual. “Hay que empoderarlos y mostrarles que pueden resolver problemas. No nos interesa gente que sabe mucho, sino gente que resuelva conflictos y situaciones”.Aseguró, asimismo, que los métodos tradicionales ya no son eficientes. “Antes se pretendía que las habilidades para la vida cotidiana empezaran al graduarse de la universidad, pero lo que tenemos que hacer es prepararlos para que resuelvan los problemas reales desde los primeros años. Tienen que cambiar el mundo desde ya y las herramientas tecnológicas son medios ideales”, explicó En relación con el contexto nacional, Víctor Saavedra, indicó que es necesario garantizar unos estándares mínimos de aprendizaje con material didáctico que incluya libros, lápices, talleres y estrategias pedagógicas.No hubo consenso entre el resto de conferencista. Para Horacio Álvarez, es esencial integrar los componentes curriculares en los planes de los colegios más pobres. “Los mejores rectores y profesores estàn en las instituciones con condiciones socioeconómicas altas. En los lugares pobres, se trabaja con los niños con las uñas”. El especialista del BID explicó que es necesario llegar a unos acuerdos mínimos, pero que el currículo “no puede servir para coartar la libertad, sino fundamentarse como una herramienta para garantizar la equidad”. Luisa Pizano, por su parte, indicó que el currículo tiene que desarrollar las competencias fundamentales para la vida cotidiana, como el pensamiento matemático y la comprensión lectora, pero aclaró que solo desde la autonomía escolar se pueden desarrollar esas habilidades.La educación en el posconflictoEl segundo panel de la mañana, ‘Reescribiendo Colombia’, tuvo como ponentes a Joshua Mitrotti, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración; Zulia Mena, exalcaldesa de Quibdó y actual viceministra de cultura; Mauricio Akviar, rector de la Universidad de Antioquia; Ramsés Vargas Lamadrid, rector de la Universidad Autónoma del Caribe para debatir sobre qué rumbo debe tomar la educación para superar la violencia del país y de cara a un futuro contexto de posconflicto.Para Mittroti, el modelo educativo no premia al más pilo, ya que la educación de calidad no está llegando a las regiones. “Què pasa con la media jornada, que hacen esos niños mientras tanto, dónde está la presencia del Estado. La educación es un elemento protector. Tenemos que empezar a pensar sistemática y metodológicamente, para involucrarlos en un nuevo referente”, dijo tajante. Zulia Mena, por su parte, quiso recalcar que se requiere de una educación multicultural, porque no basta con los saberes, los métodos, “se necesita ir más allá, para articular la diversidad y la democracia, mejorar la relación con el otro y construir una nación partiendo de la diferencia”. Su ponencia fue una se las que más acogida tuvo entre los asistentes, que la ovacionaron durante varios minutos. Emiliana Vegas, del BID, cerró la jornada matutina de conferencias con una ponencia en la que resaltó que, aunque la región avanza cada año en términos de calidad educativa y cobertura, todavía hay muchos retos. "En todos los países hay brechas, pero algunos países hacen un mejor trabajar por nivelar la desigualdad social en la educación. Por ejemplo, los resultados de los mejores colegios de Colombia, preparan a su alumnos peor que los colegio más atrasados de Corea del Sur. Hay brechas, pero no estamos bien ni en los mejores colegios", concluyó.