La Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), estima que por cuenta del coronavirus las matrículas podrían desplomarse hasta en un 30 por ciento, lo que significaría hasta 600.000 alumnos universitarios de pregrado menos en el país. No obstante, las instituciones se la han jugado por la educación virtual para evitar este bajonazo en las aulas. Cifras entregadas por el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC) indican que las clases virtuales en Colombia han aumentado en un 70 por ciento por la pandemia. Antes del coronavirus solo el 10 por ciento de los estudiantes estaban en modalidad virtual.
“Las instituciones educativas, en todas las etapas y sin importar si son públicas o privadas, se vieron obligadas a dar un salto inmediato y casi desesperado a este modelo en muy poco tiempo", señala un reporte del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE). Ante este panorama, expertos recuerdan que en la educación virtual se puede tener la misma calidad que un programa presencial: "Las mejores instituciones en educación superior como Yale, Cambridge, Oxford tienen cursos online o de aprendizaje combinado. Lo de no valorar esta metodología solo ocurre aquí en Latinoamérica.", enfatiza el experto internacional Josep María Duart, de la Universitat Oberta de Catalunya, España.
Por su parte, Hugo Arévalo, presidente y cofundador de la escuela de negocios online ThePowerMBA, dice que, ante la creciente oferta de programas virtuales, es necesario tener en cuenta varios aspectos: “Escoger un buen programa de e-learning se ha convertido en todo un reto académico y económico. Y es que no solo se trata de pasar de las aulas físicas a las virtuales. La nueva realidad exige formatos de aprendizaje de calidad pensados en digital para un mundo conectado”.
Varios expertos en educación virtual, CEO y directivos que son docentes en esta escuela de negocios española entregan las seis recomendaciones clave a la hora de seleccionar el mejor programa de educación en línea: Contenidos: Evaluar el nivel de los contenidos que ofrece el programa. Estos deben ser actuales, interesantes, multimedia y reposar en una plataforma amigable que refleje la experiencia de la institución educativa y entregue una gran vivencia educativa a los alumnos. Costos: La oferta más costosa del mercado no es sinónimo de que sea la mejor. En la actualidad, existen programas en línea a un costo muy asequible y que están pensados para aquellos que tienen la inquietud de seguir aprendiendo sin la necesidad de hacer una gran inversión. Metodología: No hay nada más valioso que poder administrar el tiempo. Es importante que la plataforma se encuentre disponible en todo momento y que su navegación sea óptima para cada dispositivo electrónico. Poder avanzar sin tener un maestro con días y horarios definidos y autogestionar el tiempo es invaluable para los alumnos que hoy buscan formarse sin renunciar a sus estilos de vida. Comunidad / Networking: Pertenecer a una gran comunidad internacional con la que se pueda hacer networking, intercambiar experiencias y enriquecer el aprendizaje, es un aspecto clave que favorece la inserción en el mercado laboral y potencia el plan de carrera. A diferencia de los programas presenciales, gracias a la red de internet que rompió fronteras, una escuela digital puede entregar un networking a escala global. Bolsa de empleo: La experiencia una vez finalizados los estudios es vital. Seguir perteneciendo a la comunidad y saber que el tiempo invertido fue la mejor decisión se traduce en oportunidades de empleo y desarrollo como empresario u otro propósito. El nivel de los maestros: Además de estar preparados para el mundo digital y ser buenos comunicadores, el ideal es que tengan experiencia y vivencias en su sector de negocios para que lo compartan y enseñen. Los maestros son el eje de cualquier institución educativa y disponer de un elenco de profesionales docentes del ámbito nacional e internacional es un aspecto clave a la hora de seleccionar un máster.