La educación en la población inmigrante debe ser una prioridad en todos los países. Así lo expuso Keishia Thorpe, nativa de Jamaica y de nacionalidad estadounidense, reconocida como la mejor docente del mundo por el Global Teacher Prize 2021 (premio de la Fundación Varkey y la Unesco).
Lo anterior lo afirmó en la novena edición de la Cumbre de Líderes por la Educación 2022, el evento más importante del sector.
Esta docente les enseña inglés a estudiantes de grado 12 en el International High School Langley Park, en Bladensburg, Maryland, Estados Unidos. En esta escuela secundaria, el 95 % de los estudiantes se identifica como de bajos ingresos. Keishia rediseñó el plan de estudios de dicha escuela, buscando que tuviera un impacto en sus alumnos: estadounidenses de primera generación, inmigrantes o refugiados de África, Oriente Medio, el Caribe, Centroamérica y América del Sur.
Gracias a este trabajo, sus estudiantes aumentaron 40 % la lectura fluida del inglés. Keishia también impulsa a sus alumnos de secundaria a ingresar a la universidad, acompañándolos con postulaciones y asesorándolos para que apliquen a becas.
Durante su intervención en la Cumbre, la maestra expuso las causas por las que los migrantes, inmigrantes y refugiados se van de sus países (económicas, políticas, medioambientales, religiosas, por guerras, higiene, pobreza, entre otras) y las situaciones que deben afrontar al llegar a un nuevo país y a una nueva cultura.
Esto se aterriza en las escuelas y los escenarios educativos, en los que se reflejan desafíos como la educación interrumpida, las barreras de lenguaje y cultura, la exclusión, el rechazo y el asilamiento, así como las experiencias de aprendizaje que están afectadas por ciertas creencias religiosas o la falta de recursos socioeconómicos.
Uno de los modelos educativos innovadores que benefician a esta población es el de las escuelas comunitarias, las cuales tienen un enfoque integral que incluye apoyo administrativo, servicios legales, apoyo en temas de salud mental y socioemocional, entrega de productos básicos, útiles escolares, dispositivos de asistencia y acompañamiento por parte de tutores.
De acuerdo con la maestra, “también es importante destacar que antes de empezar con el aprendizaje de los estudiantes, nosotros iniciamos conociéndonos. Es clave saber las historias de los niños para identificar quiénes son. En el salón de clase, cada uno de los estudiantes tiene una cápsula del tiempo, es decir, una caja de zapatos en la que pueden guardar artefactos, accesorios y fotos personales que permitan conocer su historia”.
Retos para Colombia
La maestra expuso una cifra alarmante: en el mundo hay más de 100 millones de personas desplazadas y a Colombia han llegado más de 1,8 millones de migrantes de Venezuela, por lo que uno de los desafíos que tiene el país es garantizar educación para todos los estudiantes. “Colombia necesita ponerse al día con la educación de calidad para que nadie se quede atrás. Si el país quiere cumplir con el desarrollo sostenible, tiene que transformar la educación de su población más vulnerable”, menciona.
La invitada conversó con SEMANA sobre el panorama de la educación en el país.
SEMANA: Para usted, ¿qué rol cumple la Cumbre de Líderes por la Educación?
KEISHIA THORPE (K.T.): Cuando se une al sector educativo, se logra crear una comunidad de apoyo en la que todos los involucrados, especialmente los profesores y docentes, pueden aprender de otras prácticas y experiencias que se están llevando a cabo; además, entender que no son los únicos que están sintiendo o que tienen los mismos retos en sus salones de clase.
También alienta y motiva a los docentes porque, cuando se comparten las experiencias, se crean conexiones e incentiva a seguir construyendo sus capacidades educadoras, conocimientos y habilidades para transmitirlos a los estudiantes.
SEMANA: ¿Qué recomendaciones puede dar para garantizar la educación en las zonas más apartadas del territorio?
K.T.: Si los maestros y facilitadores no cuentan con herramientas de aprendizaje o no están bien entrenados, es un reto que los estudiantes puedan ser exitosos. Cuando pensamos en estudiantes de comunidades indígenas o de zonas rurales, los profesores deben encontrar diferentes alternativas para asegurar el aprendizaje.
Por eso, el Gobierno debe proveer recursos para que lleguen a los estudiantes. Una de las recomendaciones que puedo hacer para asegurar que las comunidades indígenas y rurales se integren al sistema educativo y puedan recibir la educación de calidad que merecen es explorar las tecnologías que mejor se puedan adaptar y, claro, proveer los recursos.
SEMANA: Uno de los retos del país es involucrar la educación con la paz. ¿Cuál debe ser la prioridad?
K.T.: Los profesores deben saber identificar a los estudiantes que están en su salón de clase, los traumas e historias que acompañan las aulas. Esta población es la más valiosa que tenemos. Otra prioridad debe ser garantizar la alimentación de los niños, porque si tenemos niños con hambre, el desarrollo del aprendizaje no va a ser posible.
SEMANA: Durante su intervención mencionó que los docentes deben enseñarles a sus estudiantes a soñar, ¿cómo hacerlo bajo circunstancias difíciles?
K.T.: Quiero motivar a los profesores para que ellos entiendan que, más allá de las tecnologías y de las herramientas, son ellos los grandes recursos que tienen los estudiantes. Entendiendo esto, los profesores pueden maximizar las fortalezas que tienen para asegurar que suplan las necesidades de los estudiantes. Los profesores debemos entender que estamos en esta profesión para poder cambiar vidas.
Lea también: ¿Cómo educar el carácter? Esta es la propuesta del psicólogo Marvin Berkwoitz