Colombia busca ser un país bilingüe. Un reto que el Ministerio de Educación asumió en 2004 con el Programa Nacional de Bilinguismo y que complementó diez años después con los proyectos Colombia Very Well y Colombia Bilingüe. El objetivo de estas políticas es darle la vuelta a las cifras que revelan lo lejos que está el país de cumplir las metas de inglés. Como aseguró Rosa Maria Cely, directora del programa Colombia Bilingüe, en la Cumbre Líderes por la Educación, tan solo el uno por ciento de los estudiantes de colegios oficiales alcanza un nivel intermedio de B1 en inglés al finalizar sus estudios secundarios. El 60 por ciento de los alumnos termina su educación media con un nivel –A1. Es decir, “como si nunca se hubieran expuesto al aprendizaje de esta lengua”, indicó Cely. En la educación superior, la dinámica se repite. Casi el 50 por ciento de los egresados de universidades públicas finalizan sus estudios sin ni siquiera alcanzar un nivel de B2. Si el tema se extrapola a la figura de los docentes, los datos no son mucho más alentadores. Casi la mitad de los 15.000 maestros que imparten inglés en las instituciones públicas no cuenta con un nivel intermedio B1. Un panorama que no favorece las pretensiones del Ministerio de Educación, que se propuso la meta que en 2025 todos los bachilleres alcancen, por lo menos, un nivel intermedio de inglés. Semana Educación habló con Andy Bailey, vicepresidente de Education First (EF) y Mercedes Muratorio directora regional de Cambridge English LanguageAssessment, firmas dedicadas a la formación en idiomas. La pregunta fue qué debe hacer un estudiante si quiere aprender inglés de forma efectiva.   1. Tener autoestima Muchas personas desarrollan una barrera interna que les impiden aprender una nueva lengua. Muratorio opinó que todo el mundo tiene una habilidad innata para interiorizar un idioma desde cero, al margen de la edad. Sin embargo, para la especialista, resulta más sencillo asimilarlo a una edad temprana. “Un niño no razona la adopción del mismo, mientras que, a medida que crecemos nos da más vértigo y nos autosugestionamos más a no adquirirlo”. Existe una línea de pensamiento alternativo al respecto, como aclaró Muratorio. Indicó que la enseñanza de un segundo idioma a temprana edad no es exitosa. Se apoya en que los niños todavía no cuentan con las herramientas necesarias para conceptualizar una lengua. Es algo que van aprendiendo con el paso del tiempo. Por lo que sobrecargarlos con dos, provoca que no interioricen completamente ninguna. 2. Exposición al idioma Andy Bailey recomendó lo que se conoce como ‘inmersión cultural’. El problema es que “no todo el mundo puede costear irse a vivir a un país anglosajón mínimo seis meses, pero sin duda, esa es la opción más efectiva para adquirir una nueva lengua”. Otra alternativa, es matricularse en cursos o inscribirse en plataformas digitales que fomenten esa inmersión de forma no presencial. “Por ejemplo, con conversaciones por Skype con nativos”, indicó. “También es importante combinar el aprendizaje formal de un idioma y el refuerzo en los contextos cotidianos”, subrayó Mercedes  Muratorio. Ver películas o programas de televisión en el idioma que se está adquiriendo. “Si todavía no se tiene un nivel avanzado, optar por los subtítulos. Lo ideal es que estén en la misma lengua”. 3. Fomentar el aprendizaje en grupo Según Muratorio, es muy difícil aprender un idioma de forma individual. Y es que, la finalidad última de una lengua es la comunicación. Por lo tanto, resulta conveniente buscar plataformas que impulsen el contacto constante con otras personas. “Matricularse en alguna clase o buscar una red social que ayude a la interacción son dos modelos pedagógicos muy efectivos para el aprendiza de una lengua”.