“Mediocre y pobre”. Con estos calificativos define la Universidad de la Sabana el nivel de escritura y lectura de los recién graduados de bachillerato en Bogotá. Los mismos estudiantes que pasan a engrosar las filas de las instituciones de educación superior de la capital en calidad de matriculados de primer y segundo semestre.La Sabana justifica sus afirmaciones en una investigación realizada en el seno de sus facultades de Filosofía y Ciencias Humanas sobre una muestra de 12 instituciones de educación superior de Bogotá, entre ellas la propia Universidad de la Sabana: Universidad de La Salle, Universidad Sergio Arboleda, Fundación Universitaria Los Libertadores, Universidad Piloto, Universidad Santo Tomas, Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (U.D.C.A), Fundación Universitaria del Área Andina, Fundación universitaria Sanitas, Unimonserrate, Universidad autónoma de Manizales y la Universidad Mariana.“Los estudiantes de primer año de universidad en la capital no saben escribir un ensayo, tienen una mala ortografía y carecen de competencias en compresión de lectura”, indicó Mariano Lozano, profesor del Departamento de Lengua del establecimiento educativo y director de la investigación.Una de las razones  que aporta el estudio para explicar esta situación es la ausencia de políticas institucionales en la educación media que aborde la enseñanza eficiente de las competencias en lectura y escritura de sus estudiantes. Debido a esto, los bachilleres no reciben las herramientas para manejar correctamente la lengua española.Según Lozano, los colegios “hacen procesos de lectura y escritura porque se tienen establecidos en los programas, pero hace falta una política que determine una competencia como tal”.Así pues, cuando les toca enfrentarse a la lectura y desarrollo de textos de mayor complejidad o con sentido crítico, propio del nivel universitario, el déficit de los ‘primiparados’ es notorio.Las pruebas internacionales confirman los datosEl año pasado se realizaron las Pruebas PISA, en las que Colombia participó, y de las que todavía no se tienen datos actualizados. Sin embargo, atendiendo a los resultados de las pruebas de 2012, 47% de los bachilleres colombianos quedó por debajo del nivel mínimo de comprensión lectora o Nivel 2. Esta área fue el que mejores cifras arrojó en comparación con matemáticas y ciencias naturales, las otras dos evaluadas.En el caso del PIRLS (Estudio Internacional del Progreso de Competencia Lectora) que se realizó en 48 países y evaluó a 3.966 alumnos con edades comprendidas entre los 9 y 10 años. Colombia fue uno de los países evaluados y resultó con nivel de desempeño en competencia lectora muy bajo.