Desde el pasado 16 de marzo, decenas de universidades públicas y privadas comenzaron a cancelar sus actividades presenciales con el fin de evitar la propagación del coronavirus. Debido a esto, muchas instituciones están adelantando sus clases mediante plataformas virtuales para seguir dando cumplimiendo al calendario académico.
No obstante, esta situación también ha traído grandes retos para las universidades, que han tenido que acelerar la migración de sus procesos pedagógicos a aulas virtuales por la coyuntura. Este miércoles, el director de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), Óscar Domínguez, explicó que, debido a este panorama, Moody‘s, la agencia de calificación de riesgo crediticio, rebajó su perspectiva para 2020 para la educación superior de "estable" a "negativa", debido a los costos que acarrea la implementación de la educación virtual."Esta agencia citó el aumento de los costos asociados con el cambio repentino a las clases en línea y la posible pérdida de ingresos vinculada a la matrícula de los estudiantes como causante de esta decisión", explicó el funcionario de Ascun.Domiínguez explicó que la situación de las universidades para el segundo semestre es incierta, porque no se sabe cuántos de los estudiantes podrán volver a estudiar, "debido a que muchos de sus padres y familiares corren el riesgo de estar sin empleo".Por tal razón, la Asociación envió una carta al presidente Iván Duque, y a la ministra de Educación, María Victoria Angulo, para solicitar "un apoyo financiero para atender diferentes frentes" de esta coyuntura.
Según Ascún, el apoyo financiero del Gobierno se destinaría para el mantenimiento de la nómina de empleados y así estos puedan sostener a sus familias, el pago de intereses y la amortización a capital de los créditos que tienen con Findeter y con el sistema financiero, la masificación de la conectividad para facilitar el desarrollo de las actividades académicas de las instituciones, entre otras medidas."Como rectores de las universidades privadas del país, asociadas a Ascún y a otras redes de educación superior, nos angustia el futuro para la sostenibilidad de nuestras instituciones. La situación financiera de nuestras universidades se pone muy oscura en la actual emergencia", agregó el directivo.Asimismo, pidieron que los parafiscales que aportan las universidades al Sena se queden en las propias instituciones de educación superior durante la crisis y que se exonere de IVA las importaciones académicas e investigativas, así como el pago de ICA y predial a las universidades.