Por estos días ha sido recurrente el tema de los jóvenes y su generación. Algunos hablan de los millennials (personas nacidas desde 1980 a 1995) y otros de los centennials (los nacidos desde 1996 a hoy). Lo cierto es que los tiempos han cambiado y la filosofía para la mayoría es “vivir el momento”. Y es que el estereotipo del joven despreocupado por las responsabilidades y que está más atento a su autorrealización, vida social y que lleva una estrecha relación con el mundo de la tecnología se ha visto alimentado por diferentes estudios.Lea: La importancia de entender los traumas de los estudiantesDe acuerdo con un informe de la Universidad Externado de Colombia y la Universidad Nacional, los estudiantes del país que se encuentran en los últimos semestres están cambiando sus prioridades, al punto de gastar más en entretenimiento y comunicaciones que en alimentación.La investigación realizada por docentes e investigadores de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales del Externado, y de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Nacional, analizaron los datos de 675 estudiantes de las carreras de Finanzas, Gobierno, Economía, Administración, Economía y Contaduría de ambas instituciones.El objetivo principal fue analizar el comportamiento de los estudiantes frente al manejo de sus finanzas personales para identificar qué áreas deben reforzar y cómo pueden optimizar sus gastos.Quizás le interese: “Es responsabilidad del gobierno formar y empoderar a los profesores”El estudio destaca que aunque las prioridades financieras durante los primeros semestres son la alimentación (23%), el transporte (20%) y el ocio (19%), durante el transcurso de la carrera estas prioridades cambian de manera significativa. A lo largo de la carrera se incrementan los gastos en ocio y telecomunicaciones. Como consecuencia de estas dinámicas, el estudio advierte que los jóvenes se están endeudando más y pasan al mismo tiempo hambre, ya que el presupuesto de alimentación disminuye significativamente. Los resultados de la investigación son similares a un estudio que hizo María Fernanda Rebellón y la Universidad de la Sabana. El documento de Rebellón reveló que los universitarios no cuentan con ingresos propios sino que dependen de una mesada mensual, acorde con su estatus socioeconómico. Sin embargo, esta filosofía de vida solo puede ser aplicada por estudiantes de estratos más altos.Puede leer: La educación del pasado ya no sirveAl mismo tiempo, los dos estudios advierten que los universitarios no son conscientes de la importancia de adquirir hábitos financieros y tampoco saben acerca de los beneficios que estos traen a corto, mediano y largo plazo; como por ejemplo el aumento de posibilidades para cumplir metas personales o crear emprendimientos que generen ganancias económicas.Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.