La transformación del sistema educativo se incluye en todos los planes de gobierno de los candidatos llamados a dirigir las alcaldías y gobernaciones de los departamentos. Sin embargo, la mayoría no profundiza en cómo van a materializar sus aspiraciones. Esa es la principal conclusión a la que llegó Semana Educación en su compromiso de informar de cara a las próximas elecciones regionales del 25 de octubre. Desde el pasado mes de agosto, se realizó un trabajo de recopilación de las propuestas en educación de los gobernadores y alcaldes que saldrán electos en Antioquia, Atlántico, Santander, Bolívar, Cundinamarca, Valle del Cauca y Huila, y sus respectivas capitales, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Bogotá, Cali y Neiva. Los candidatos se eligieron a partir de diversas encuestas de intención de voto realizadas en los territorios. En otros casos, se acudió a periodistas de la región, especializados en política, que hicieron sus pronósticos basado en el apoyo ciudadano que aglutinan los políticos. Como se indica en párrafos anteriores, todos los aspirantes incluyen la educación como una política fundamental de su plan de gobierno. Para la gran mayoría, la transformación del sistema educativo es una herramienta clave para el progreso del país y para superar la desigualdad. Como aseguró el PNUD en su último informe sobre Colombia, “sin educación no hay desarrollo humano ni económico”. Esta presencia de la educación como pilar irrenunciable en los programas es un triunfo, como indicó María Victoria Angulo, directora de la Fundación Empresarios por la Educación a esta publicación. El problema radica, no tanto en la visibilidad de las aspiraciones educativas, sino en cómo se van a aterrizar. La gran mayoría de los políticos no hace una formulación clara de las acciones que van a llevar a cabo para materializarlas. En otras palabras, subrayan los cambios que quieren generar en los territorios sin profundizar en el cómo lo van a lograr. Mucho menos en cómo los van a financiar, especialmente cuando hablan de mejorar la infraestructura o de modernizar los centros públicos con dotación de equipos. Del análisis también se concluyó que existen temas recurrentes a los que apuntan la mayoría de candidatos en sus programas. El primero es la cuestión de la mejora de la calidad, seguido de la instauración de la jornada única escolar, la lucha contra la deserción, y fomentar la permanencia. A este respecto, se habla de mejorar la oferta con currículos pertinentes y centrados en la formación en TIC’s. Uno de ellos, Carlos Ramiro Chávarro, candidato a gobernar el departamento de Huila, quien asegura que favorecerá la “apropiación de tecnologías de la información y la comunicación” de los estudiantes. El problema, una vez más, es el cómo se va a lograr este objetivo. Son pocos los políticos que especifican cómo se van a formular los nuevos currículos o qué materias se van a implementar en detrimento de otras. Muchos abogan por un cambio en la enseñanza en función de las demandas del mercado laboral. A este respecto, cabe preguntarse qué medidas van a implementar para anticiparse a la volatilidad del mismo. También se alude de forma repetida al objetivo de facilitar la entrada al sistema educativo de los alumnos mediante la instauración de programas de subsidios. La mayoría de estos se destinarán a los estudiantes más aplicados y a los que están en situación de vulnerabilidad o pertenezcan a los estratos más bajos. En esta línea se encuadran Rodrigo Lara Sánchez, del Partido Verde y candidato a la Alcaldía de Neiva; Antonio Quinto Guerra, del partido conservador y aspirante a la Alcaldía de Cartagena; y Yolanda Wong Baldiris, del Partido de la U y candidata a la Gobernación de Bolívar, entre otros. Pocos indican de dónde sacarán el dinero para financiar a tanto estudiante “pilo” o con dificultades económicas. La protección a la primera infancia y su derecho a la educación es otra preocupación prioritaria de la mayoría de políticos. Las promesas a este respecto son múltiples, desde la creación de un “observatorio departamental para garantizar que los objetivos a este nivel se cumplan en toda la región”, como indica Eduardo Verano de la Rosa, candidato del Partido Liberal a la gobernación del Atlántico; hasta la consolidación de un “modelo de atención integral basado en un servicio educativo de calidad, universal y gratuito”, como indica Alejandro Char de Cambio Radical, aspirante a la Alcaldía de Barranquilla. Las posibilidades son múltiples, pero una vez más, no se hace énfasis en cuestiones tales como quién gestionará estos programas, cuándo entrarán en funcionamiento, cómo se elegirán los beneficiarios de estos programas, etc. “Colombia es un país inequitativo. Las desventajas de este país, se deben a cuestiones de nacimiento. Pero eso se puede compensar si se tiene una educación de buena calidad”, aseguró a Semana Educación Alfredo Sarmiento, director del programa del PNUD Misión Calidad para la Equidad. Los candidatos que salgan electos tienen ahora cuatro años por delante para materializar las propuestas de sus programas de gobierno y que no se queden en promesas vacías. También para que el electorado exija el cumplimiento de las mismas.