La educación debe propiciar un proyecto de vida, la igualdad, inclusión, y especialmente garantizar el bienestar personal. Esa fue la gran conclusión de cada uno de los ponentes de la mañana, en la Cumbre Líderes por la Educación organizada por Semana Educación en el Cubo de Colsubsidio en Bogotá. Los expertos fueron enfáticos al afirmar que para hacer esto posible los maestros deben ser modelos de éxito, por eso, los gobiernos y la sociedad debe confiar en ellos. Además, los currículos deben incluir la formación en habilidades para la vida con espacio para la creatividad. Alejandro Santos, director de la Revista Semana, abrió esta primera jornada con un recuento histórico de los problemas y avances que ha tenido el país. En ese contexto, resaltó que, “la educación es el trazo que escribe la sociedad de hoy. Tenemos que preguntarnos qué tipo de ciudadano queremos ser. Qué significa ser un ciudadano en un país que quiere reconciliarse y avanza a la modernidad, aún acechan los fantasmas del pasado”, expresó.La siguiente intervención se dio a cargo de la ministra de Educación, Yaneth Giha quien aseguró que hoy, en Colombia, el lugar donde un niño nace define su futuro. “La educación es la única capaz de resolver las desigualdades que se puede medir en niños que no logran alcanzar sus sueños”. Y eso se refleja al comparar las cifras de cobertura de las zonas rurales y las ciudades. En 2015 el promedio de años de educación en zonas rurales fue de 5.5 años mientras que en las zonas urbanas fue de 9.2 años, según la ministra.Además, la jefe de la cartera educativa reveló las cifras de cobertura, de deserción, de infraestructura que muestran cómo está y para dónde va la educación en Colombia. “La cobertura bruta en educación está en 97,4 % la neta en 85,8 %; hay 512.184 estudiantes en Jornada Única y se espera que para 2017 la cifra sea de 1’000.000; en infraestructura se va cubrir el 60 % del déficit, por eso entregaremos un total de 30.000 aulas, y para mejorar la formación de los maestros entregamos 7.000 maestrías, porque maestros excepcionales hacen cosas excepcionales”, puntualizó.Una vez se dio a conocer la realidad educativa del país, el rector de la Universidad Tecnológica de Tallin y exministro de Educación de Estonia, Jaak Aaviksoo, mostró a los asistentes cómo ha logrado Estonia ser ejemplo mundial en educación. “El sistema educativo es bastante simple. Empezamos en guardería de 2 a 6 años y más del 90 % de los niños asisten a los centros educativos.Tenemos un currículo a nivel nacional, algo básico. Pero empezamos a temprana edad para generar oportunidades iguales para todos. Luego viene la escuela por vocación. Después viene la superior que también es pública”, afirmó Aaviksoo.Estonia se ha posicionado en los últimos 15 años como uno de los países con el mejor sistema educativo y eso lo demuestra en las pruebas Pisa, sin embargo para Aaviksoo, este tipo de evaluaciones no hay que tomarlas tan en serio. Aunque resalta que no hay una forma de enseñarles correctamente a otras naciones su modelo, menciona que en Estonia no hay reglas fijas. “Nos hemos movido de la educación clásica continental. Sí, es necesaria. Pero es importante promover la curiosidad y diversión en la educación. Aprender debe ser algo interesante y no esquemático y rígido. Hay que disfrutarlo, porque las escuelas no son ejércitos”."La educación la herramienta más poderosa frente al posacuerdo"Esa fue una de las premisas de Inka Mattila, directora adjunta del Pnud en la primera conversación del día con Jaak Aaviksoo, rector de la Universidad Tecnológica de Tallin y exministro de Educación de Estonia. Estos dos expertos internacionales discutieron sobre cuáles son los retos que tiene la educación en un país que está pasando la página del conflicto armado para construir un nueva sociedad en donde la educación será la base para formar nuevos ciudadanos.Estos expertos consideraron que, por un lado, según Mattila, se debe invertir en educación en las zonas rurales y lejanas de Colombia; y por otro lado, según Aaviksoo, es necesario generar las mismas condiciones laborales para todos los profesores. Además, aseguró que superar el dolor y trabajar en cooperación, es la clave.Necesitamos currículos con habilidades para la vidaPor otro lado, Alejandro Adler, director de Educación Internacional del Centro de Psicología Positiva, expresó que los entornos y modelos escolares no han cambiado al mismo ritmo que lo han hecho las tecnologías. A pesar de que su país está sufriendo en este momento por el terremoto en México, donde una de las escuelas con las que ha trabajado se derrumbó dejando a varios niños bajo escombros, logró llegar a su presentación en la Cumbre Líderes por la Educación 2017.Para Adler, la formación en habilidades para el siglo XXI se puede incentivar en las escuelas para mejorar el desempeño escolar y para hacernos más cívicos. Además, expresó que es el ingrediente necesario para la paz. De esta forma, “podemos aspirar a un nuevo paradigma global de sociedad”, dice Adler.Otra de las necesidad por las que hay que tratar de hacer entender a los gobierno que la formación en competencias del siglo XXI no es un peso más en sus gestiones, es porque se necesita más héroes en las aula. Los docentes son los que logran promover el bienestar integral. Una de las experiencias en las que ha trabajado y que le sirvió como ejemplo son los jardines botánicos que crearon en algunas escuelas para enseñar sobre perseverancia, civismo, entre otros valores que deben aparecer con más frecuencia en el aula.Frente a este tema Diana Hincapié, Asociada Sénior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dijo que las habilidades necesarias para que los países de América Latina progresen son las que permiten el desarrollo de los individuos en el mercado laboral y se que llevan a cabo a lo largo de la vida.En este espacio, Hincapié realizó el lanzamiento oficial del libro “Aprender mejor: Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades”, una investigación en la que se evidencia que los retornos en educación superior son altos y positivos. Sin embargo, la clave para el desarrollo de habilidades es que los gobiernos no gasten más, sino mejoren sus políticas públicas.“En un mundo rápidamente cambiante, algunos trabajadores pueden sentirse amenazados. Pero el cambio tecnológico y la robotización también ofrecen oportunidades laborales para quienes hayan desarrollados habilidades que les permitan aprender mejor, como por ejemplo, tener capacidades de resolución de problemas, o el pensamiento abstracto y creativo. Los empleadores buscan trabajadores responsables, capaces de trabajar en equipo. Esto es válido para todos los países, incluyendo Colombia”.Finalmente, en el panel “¿Por qué es indispensable formar hoy a mejores ciudadanos?” que tuvo como ponentes a Alexander Strebel, director del Centro de Mindfulness de la Universidad del Rosario; Alejandro Adler, director de Educación Internacional del Centro de Psicología Positiva, Diana Hincapié, Asociada Sénior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el presbítero Jorge Iván Ramírez, presidente de la Organización Salazar y Herrera, se debatió cómo debe ser el modelo educativo en Colombia para formar ciudadana.Para el presbítero Jorge Iván Ramírez, presidente de la Organización Salazar y Herrera, cualquier actividad no puede olvidar la integralidad de la educación. “Hay que definir un currículo de familia. Como industria, la educación no puede ser una mera fábrica que dé solo créditos a una empresa”.Para Alejandro Adler, fue más importante resaltar que la sociedad debe romper con las dicotomías falsas, como la de suponer que la educación no tiene el poder de unir la productividad con el bienestar y la igualdad. “Hay que romper con las diferencias y con todo lo que nos separe para construir bienestar. La economía debe estar al servicio de las personas y no al revés”, afirmó.Para el cierre, Alexander Streubel, director Centro de Mindfulness Universidad del Rosario es necesario profundizar en la comprensión de la condición humana para saber qué anhelamos. “No debemos perder el norte en lo que hacemos en nuestras vidas diarias y cultivar relaciones más satisfactorias. Debemos educar mañana, tarde y noche. La vida es un espacio de desarrollo humano. Cada espacio es una oportunidad para saber cómo reaccionamos”.