La apertura de este último día de la Cumbre Líderes por la Educación 2017, que se realiza en el Cubo de Colsubsidio de Bogotá desde las ocho de la mañana, estuvo a cargo del ministro de las Tecnologías, Información y Comunicaciones (TIC), David Luna, quien empezó con una premisa bastante preocupante: Nos hace falta talento en la industria dIgital.Sin embargo, ante ese panorama explicó que la economía creativa es un sector que se está posicionando en el mundo con contenidos para Hollywood y en los grandes canales infantiles como Nickelodeon. “Esto demuestra que la forma de trabajo está cambiando, y lo más importante está cambiando la forma de pensar”. Luna, agregó en su conferencia que uno de los retos que tienen que afrontar con estos nuevos talentos, es que esta generación aprenda a tolerar el fracaso. Por eso, “más que hablar de tecnología, necesitamos hablar de competencias”.En cuanto a las cifras de conectividad y equipos, una de las misiones del Ministerio TIC, Luna reveló que hoy el 74 % tiene acceso a un teléfono inteligente, frente al 7 % que solo tenía acceso a computadores en 2010. Por otro lado, en materia de cobertura de herramientas digitales, en 2010 habían 24 niños por equipo, hoy hay 4 niños por equipo. Sin embargo, aún falta mucho por hacer, en especial en el hecho de que las competencias digitales no se articulan en el currículo, expresó el ministro.Lea: Segundo día de la Cumbre Líderes por la Educación: esta es la agendaPara continuar en sintonía con la formación digital en las aulas, Richard Culatta, CEO de la Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación - ISTE, habló de la importancia de desarrollar un modelo educativo que entienda a los estudiantes, los convierta en sujetos activos y les enseñe el gusto por el aprendizaje a través de la tecnología.“Con virtualizar las cosas no vamos a revolucionar la educación. Hay que tener cuidado en cómo transmitimos los contenidos de forma digital. Los desafíos deben ser otros, y no los mismos a los que se tenían cuando no había tecnología”, resaltó Culatta. Sin embargo, para Rob Curtin, director Higher Education, Worldwide Public Sector Microsoft la tecnología va más allá. Con la llegada del Big Data se están transformando los procesos educativos. “Estamos viendo nuevos servicios emergentes que cambian los modelos tradicionales que pierden su significado hoy. El Big Data ayuda a ser más eficiente el proceso de formación de las personas, porque sabemos cómo está siendo la ruta de adquisición de habilidades de los estudiantes. De esa forma vamos a transformar la optimización de la experiencia para generar procesos diferentes”.La primera conversación del día ‘¿Qué pasa si le damos a los estudiantes herramientas poderosas que les permitan hacerse cargo de su aprendizaje?’, se acordó que el punto no es que la tecnología va a reemplazar a los docentes, el punto es que los docentes que sepan usar la tecnología van a reemplazar a los que no la usan.Le puede interesar: “El héroe del aula es el profesor”En este momento los panelistas invitados tuvieron que responde una pregunta crucial: ¿Qué recomendarían para afrontar las nuevas tecnologías en la educación? Para Rub Courtin, director mundial de Educación Superior de Microsoft: “Los dispositivos son irrelevantes, cada 3 meses cambian. Hay que tener una identidad y perfil digital para buscar experiencias de desarrollo y conectar a las comunidades. Este perfil define como se verá uno profesionalmente. Hay que tomar control de él y sacar provecho”.Por otro lado, para el padre Harold Castilla, rector general Uniminuto: “Hay que cambiar el chip para ser innovadores en el acto educativo. La Colombia profunda necesita conectividad para que haya cambios en las políticas públicas”.Mientras que para Richard Culatta, CEO de la Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación - ISTE.: “No vamos a hablar de la tecnología antes de decidir qué es lo que queremos hacer y cómo puede apoyar la tecnología. Además, se requiere de la prueba, somos diseñadores de la educación, por eso debemos experimentar con nuestros estudiantes en clase”.Educación para el empleoCon el panel de Constanza Correa, gerente de proyectos para América Latina del Instituto Federal de Formación Profesional BiBB de Alemania abrió la discusión sobre lo que están haciendo los programas para formar jóvenes las habilidades técnicas necesarias para lograr destacarse en su vida profesional.Desde su experiencia adaptando el modelo dual (70 % de aprendizaje en la empresa y 30 % de aprendizaje en el aula) en más de 15 países entre ellos, Colombia, a través del Sena. Para Constanza Correa los desafíos que tiene este modelo cambian de acuerdo con cada país en donde se implementa, en Alemania, por ejemplo faltan jóvenes, la mayoría de la población de este país está envejeciendo. En otros país, el desafío es el valor que tiene la sociedad sobre este tipo de modelo educativo. Para contrarrestar esto, la experta asegura que las escuelas debe guiar a sus estudiantes desde una edad temprano para que se entienda su pertinencia. Además, las empresas también deben asumir un compromiso para que el modelo funcione. Relacionado:Las universidades no están formando mejores ciudadanos ¿Cómo se puede reducir la brecha entre la educación y empleo? En este panel, los expertos invitados discutieron sobre los principales obstáculos que enfrentan los jóvenes entre su paso de la formación al empleo. Analizaron el modelo educativo de formación para empleo sobre la falta de coherencia de las empresas sobre los perfiles que de verdad necesitan, y por qué la educación profesional sigue siendo la más demanda en el sector productivo. Por un lado, para Santiago Isaza, director de Educación de Fundación Luker, los principales obstáculos para que los jóvenes no se formen se debe a la matrícula, pues primero deben generar ingresos para su familia; no cumplen con los puntajes requeridos por las universidades.Para Li Kai Chen, socio de McKinsey Company en la oficina de Kuala Lumpur en Malasia, el problema radica en que los jóvenes y las empresas viven en mundos paralelos. “Necesitamos ver el sistema como un camino continuo. Los empleadores y los jóvenes deben estar involucrados desde el primer día de formación. Para que esto suceda se requiere de una responsabilidad colectiva”. Además, Li Kai Chen fue tajante al decir que existe un sentimiento de que la educación superior no ha mejorado. Para ello, encesitamos marcos de cualificación y campos de entrenamiento. "El reto no es continuar con lo que estamos haciendo en educación sino lanzarnos a innovar en nuevos modelos que satisfagan las necesidades del mercado", dijo.Oliverio Huertas, coordinador Nacional de Observatorios y Mercado de Trabajo Pnud, el problema de desempleo juvenil es mundial, pero en Colombia es más pronunciado. “Hay que escuchar a los jóvenes para saber qué es lo que quieren y qué necesitan las regiones. Hay que estar informados para tomar las decisiones correctas y cerrar las brechas”. Para Huertas, el Marco Nacional de Cualificaciones es la herramienta también es la perfecta para equilibrar los currículos de acuerdo a las necesidades del sector productivo y la academia.Finalmente, durante la conversación, el más crítico fue Alejandro Venegas, director de Fomento de Educación Superior del MEN. Para Vanegas, la pertinencia no sólo se define en el factor social y de empleo, tiene mucho que ver con las competencias de los jóvenes. “La discusión que ha existido entre la academia y el sector productivo siempre ha sido compleja. ¿Por qué se dice que las empresas necesitan más técnicos y tecnólogos, pero las empresas están contratando más universitario?. Tenemos un problema de competencias blandas que son importantes, sin embargo, en muchos casos las empresas no son muy claras con el tipo de profesional que quiere”.