Tiene el título del ‘mejor acordeonero del mundo’, pero Egidio Cuadrado se considera un simple enamorado del vallenato. “No pienso que soy el más famoso ni el mejor pero tampoco soy el peor”, dice. Nadie le enseñó a tocar el acordeón y aun así lo toca desde los 6 años. En Villanueva, La Guajira, su pueblo natal, disfrutó de las más grandes ‘parrandas’ de su adolescencia. Ahí conformó con sus hermanos la dinastía de Los Cuadrado, que compartían el gusto por el acordeón. En 1976 se coronó rey aficionado del Festival de la Leyenda Vallenata y nueve años después, con la canción Puya puya, se convirtió en rey profesional del mismo festival. Por ser cuñado de Rafael Escalona y conocer todas sus canciones, Sergio Cabrera, el director de cine y televisión, le propuso participar como él mismo en la telenovela en honor al maestro. Ahí se conformó una fuerte relación con Carlos Vives, quien años después le propuso hacer un disco innovador en el que “el bombo, la gaita y la guitarra eléctrica” fueran parte de una nueva fusión. Entonces nació Carlos Vives y La Provincia, que rompió todos los récords con La Gota Fría, el disco más importante de su carrera. Cuadrado alcanzó muchos éxitos durante 20 años con su ‘compadre’ Carlos y aunque ya no tienen tantas presentaciones como antes, su relación se mantiene vigente. Hoy es padrino de varias jóvenes promesas del vallenato y sigue llevando su alegría a fiestas privadas y festivales. El 27 de julio despegará con rumbo a Londres para llevar el folclor colombiano a los Juegos Olímpicos.