El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, pronunció la semana pasada un trascendental  discurso sobre la austeridad en el país y los recortes de los subsidios de electricidad y agua potable. Lo irónico fue que lo hizo tras recorrer en su automóvil cuatro kilómetros de alfombra roja que cubrieron las calles de El Cairo para dar paso a la caravana presidencial.   A pesar de que en Egipto recibir a los mandatarios con alfombras rojas es una costumbre de protocolo, el acto de honor de Al Sisi causó críticas y burlas tanto en el país como en las redes sociales del mundo. Los medios de comunicación egipcios calificaron lo sucedido como una más de las extravagancias del presidente, que mientras la economía nacional se derrumba vive una vida de lujos. El periodista de televisión Youssef al Husseini preguntó “¿cómo se puede llegar a tal nivel de hipocresía?”.