TODAVIA HAY aficionados ingleses que piensan que un vendedor ambulante callejero de Bogotá fue quien echó por tierra las esperanzas de su equipo de retener la copa en el IX Campeonato Mundial de Fútbol. El seleccionado de Inglaterra, que cuatro años antes la habia ganado en Wembley, ocupó el octavo lugar en la final del certamen en Mexico, que coronó a Brasil.La historia ocurrió en mayo de 1970, pocos días antes de la cita mundialista, cuando Bobby Moore -la estrella del fútbol ingles, quien tres años antes habia recibido la medalla de la Orden del Imperio Britanico y ostentaba el brazalete de capitan de la selección inglesa- llegó a Colombia para unos partidos de fogueo con el equipo colombiano, que se preparaba para los Juegos Bolivarianos. Los hinchas nacionales no salian perspectiva de tener, pisando cesped criollo, al reverenciado heroe del balompie europeo.Faltaba una semana para la gran cita en México, cuando Moore se vio envuelto en un escandalo mayusculo, al ser acusado de robar un brazalete de oro con inscrustaciones de esmeraldas en una joyeria del Hotel Tequendama. Alvaro Suarez, un vendedor ambulante que observaba al astro mundial a traves de la vitrina de la joyeria Fuego Verde declaró, como unico testigo, haber visto cuando el jugador tomaba el brazalete, avaluado en 26 mil pesos. Cuando se conoció la acusación, el seleccionado ingles se encontraba en Ecuador cumpliendo otro compromiso amistoso. Ocho dias despues, cuando la selección inglesa hizo escala en El dorado para seguir rumbo a Mexico, Moore fue retenido por las autoridades colombianas.La noticia le dio la vuelta al mundo. Faltaban cinco dias para que comenzara el campeonato mundial y la gran estrella de ese año tenia una orden de captura. Durante los cuatro dias que el jugador rubio estuvo retenido en la casa de Alfonso Senior, representante de la Fifa en Colombia, el caso Moore aguo la fiesta del mundial mexicano.Algunos hinchas ingleses se ofrecieron como rehenes a cambio de la liberación del jugador; varios aficionados colombianos propusieron pagar el valor del brazalete para que el pais quedara libre de culpa en el bochornoso incidente.La embajada colombiana en Londres fue rodeada por una multitud enfurecida, mientras la prensa inglesa lo calificaba como "una campaña latinoamericana de difamacion". Incluso se dijo que el caso Moore amenazaba gravemente las relaciones entre los dos paises y hasta el primer ministro Wilson tuvo que intervenir.Finalmente, por decisión del Procurador, Moore obtuvo la libertad condicional y, con tres kilos menos de peso, viajó a Mexico horas antes de iniciarse el certamen mundialista. Según la prensa inglesa, al regresar a su pais, Moore tuvo que someterse a un tratamiento siquiatrico para superar lo que el calificó como "el mas duro golpe que he recibido en la vida". Lo cierto es que la verdad nunca se conoció y la sombra de la duda persiguió para siempre al astro ingles.La semana anterior, Moore perdió su ultimo partido: murió victima de un cancer del higado, que sufria desde hace dos años. Unos dias antes había revelado su enfermedad ante la opinión publica mundial. A los 51 años,Bobby Moore continuaba siendo un idolo en Inglaterra (durante mucho tiempo el seleccionado ingles usó un brazalete como recuerdo del episodio). Luego de su retiro de las canchas, se habia convertido en dirigente de dos clubes y comentarista radial. Su carrera deportiva se extendió a lo largo de 20 años, durante los cuales participó en un millar de encuentros por el campeonato ingles y jugó mas de 100 partidos con la selección inglesa. Sin embargo, Moore nunca pudo olvidar el episodio de Bogotá, en visperas del último mundial de su vida.