El vicepresidente de la Asociación de Campesinos del Catatumbo, Juan Carlos Quintero, respondió al anuncio que había hecho el ministro de Agricultura cuatro horas después del fracaso de diálogo en la Mesa de negociación de interlocución, que había sido concertada entre el gobierno nacional y voceros de los labriegos en Tibú (Norte de Santander), quienes con bloqueo de vías y marchas han reclamado la atención a sus necesidades. La charla de Semana.com con el vocero de 28 años, tuvo lugar en un punto de la vereda La Aduana, a seis kilómetros del casco urbano de Tibú, Norte de Santander, uno de los sitios desde donde se imparten las instrucciones a los 4.800 campesinos de los siete municipios que hacen parte de la protesta que comenzó el pasado 11 de junio. En el viaje por tierra a ese encuentro,  Semana.com confirmó que las protestas y los bloqueos continuarán por tiempo indefinido, al ser testigo de un enfrentamiento más entre un escuadrón de 20 hombres del Esmad y unos 200 campesinos que bloquean la vía Tibú-Cúcuta, en la vereda La Cuatro, dos kilómetros antes de La Aduana. El intercambio de gases, piedras y ‘papas explosivas’ dejó tres labriegos heridos.  “No veo lógico que, cuatro horas después de habernos parado de la Mesa por el fallido encuentro de ayer, el ministro anuncie que habrá una mesa de concertación el 3 de julio en Cúcuta, sin informarnos. Eso se sale de todo contexto”, fue la reacción inicial de Quintero. “El ministro menciona una serie de programas, planes y proyectos, pero en ningún momento habló del motivo principal para la reunión de ayer y es qué va a pasar con la constitución de la Zona de Reserva Campesina. En sus declaraciones, se fue por las ramas”, opinó Quintero. ¿Qué fue lo que dijo el ministro de Agricultura? Después de enfriar sus ánimos por el desplante de los campesinos, en desacuerdo por la presencia de los generales Rodolfo Palomino (director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, quien lleva cinco días en el casco urbano de Tibú) y Marcolino Tamayo (comandante de la Fuerza de Tarea Conjunto Vulcano del Ejército Nacional), anunció que con el gobernador de Norte de Santander y los siete alcaldes de la región del Catatumbo instalarán una mesa de trabajo el 3 de julio en Cúcuta, para desarrollar un programa de inversión.  “Para que vean que es un programa confiable, el compromiso es aportar como case inicial hasta 3.000 millones de pesos para la siembra de productos, asesoría técnicas, materias primas, plántulas, en aquellas zonas donde se han erradicado los cultivos de coca”, dijo Estupiñán. También afirmó que esos productos son cacao, maíz, fríjol y plátano, dependiendo de la capacidad agrológica de cada uno de los suelos. Y remató invitando a su despacho en Bogotá a los líderes que se levantaron de la mesa para negociar el próximo 24 de julio en su despacho, “si es que les molesta la presencia de las Fuerzas Militares”. Frente a la fallida negociación de ayer miércoles, “la no presencia de los militares no la estamos exigiendo en el despacho del ministro, sino acá en Tibú, a través del espacio de la Mesa de Interlocución con 200 voceros”, explicó Quintero. Dijo que la disposición de diálogo sigue abierta, así como concertar una agenda y construir una metodología que públicamente se conocerá.  Al final, Quintero sugirió un listado de facilitadores que propone para los próximos encuentros de la Mesa con el Gobierno: Jahel Quiroga (representante en Colombia de Naciones Unidas), el representante Hernando Hernández (indígena elegido por Caldas), el representante Iván Cepeda y la senadora María Ángela Robledo.  “Quedamos igual o peor” Por su parte, el gobernador de Norte de Santander, Édgar Díaz Contreras, se mostró preocupado después de la fallida reunión de ayer miércoles en Tibú. El movimiento campesino del Catatumbo, con vías de hecho ya bloqueó vías y mediante marchas ha reclamado la atención a sus necesidades. “Estoy preocupado porque ha habido voluntad por parte del Gobierno. Se ofrecieron condiciones que no fueron fáciles de acordar con la comitiva y todo quedó empantanado -dijo Díaz-. Quedamos igual o peor de lo que estábamos hasta hoy. No es a través de las vías de hecho sino a través del diálogo”. Remató diciendo que “estuvimos esperando para que recapacitaran los campesinos. Cedimos con anterioridad en aceptar su número de representantes. Ellos no aceptaron que la fuerza pública estuviera presente y se perdió una gran oportunidad de diálogo”.