En este evocador mes de Diciembre los habitantes del Caribe colombiano recibirán un regalo navideño largamente esperado: la apertura oficial de la Plaza del Parque Cultural del Caribe en Barranquilla. El Parque puede considerado el proyecto más promisorio para construir región a través de la cultura en Colombia y uno de los más importantes en la cuenca del Gran Caribe. Aunque se erige en la capital del Atlántico tiene un inclusivo y enriquecedor carácter regional que involucra elementos centrales de la historia y las manifestaciones culturales de los ocho departamentos de la Costa Caribe. Este meritorio proyecto convocó durante varios años a un equipo consagrado de expertos y a destacados investigadores de la región bajo el liderazgo de su inspirador el historiador Gustavo Bell Lemus y de una gran directora: Carmen Arévalo. Con más de 20.000 m2 de área, está en el Centro Histórico de la capital del Altántico y comprende el Museo del Caribe y sus instalaciones complementarias: la Biblioteca Infantil Piloto del Caribe; la Mediateca Macondo, especializada en la obra de Gabriel García Márquez; una Sala Múltiple y una gran Plaza Pública con teatro al aire libre. En una segunda etapa se complementará con un Centro de Documentación sobre el Caribe y allí tendrán su sede dos entidades emblemáticas de la cultura: el Museo de Arte Moderno de Barranquilla y la Cinemateca del Caribe. A diferencia de las museos del pasado, que centraban su esfuerzo en la representación de las culturas consideradas exóticas y en los que no tenía cabida el habitante común de las ciudades y el campo, el Parque Cultural del Caribe resalta la diversidad natural y cultural del Caribe colombiano actual mediante la organización de salas llamadas de la Naturaleza, de la Gente, de la Palabra, de la Acción y de la Expresión. Allí se cuenta la historia de la formación geológica de la región, de sus fenómenos climáticos y de los secretos que se esconden en el mar, la tierra y las aguas continentales Es, además, un espacio de aprendizaje sobre las relaciones que conectan a la región con la gran Cuenca del Caribe y con el territorio continental colombiano. En ellas tienen presencia los pueblos indígenas, los colonizadores europeos, los afrocolombianos, los inmigrantes árabes y judíos y se celebra la riqueza de la tradición oral y de la producción literaria, artística y musical de la región resaltando la diversidad de sus formas expresivas. El parque refleja los cambios en las concepciones de identidad, patrimonio y museo y como éstas no tienen un carácter inmutable sino que se constituyen y rehacen en la lucha por el reconocimiento social. No busca imponer una visión autoritaria y homogénea sobre el Caribe colombiano sino proponer al visitante un menú de posibles lecturas de su historia y de sus expresiones culturales. Una nueva concepción de museo -en tanto que es espacio cultural- debe estar en capacidad de contribuir a que los colombianos pertenecientes a diferentes regiones y grupos sociales puedan examinar y repensar los lazos que los unen con la historia de su comunidad. Los museos - y otras entidades similares- pueden jugar un papel reformador en la sociedad. Proponen discusiones en torno al proceso social de una región o de un país. Los museos son gestores culturales en tanto son fuentes de saber sobre la realidad social y el entendimiento humano. Si usted va a Barranquilla en diciembre visítelo. Siguiendo a Heidegger, los contenidos de este museo parten de un ethos, de un pensar, que reafirma la morada de los hombres y mujeres de los ocho departamentos del Caribe Colombiano construido bajo la íntima complicidad de sus almas. wilderguerra@gmail.com