Apenas tres meses después de la publicación de un análisis que afirmaba que el punto G no existe, la misma revista, Journal of Sexual Medicine, acaba de publicar un nuevo estudio que afirma haberlo encontrado. El ginecólogo estadounidense Adam Ostrzenski, del Instituto de Ginecología de San Petersburgo, en la Florida, realizó una disección de la vagina del cadáver de una mujer de 83 años e identificó una región bien definida cerca al orificio de la uretra que mide unos 8 milímetros de largo. "Este estudio confirma la existencia anatómica del punto G", dijo Ostrzenski. Pero otros expertos critican el estudio. Señalan que no se sabe cuántas mujeres tienen estructuras similares y, aun menos, si la encontrada aportaba algo a los orgasmos de la fallecida.