Al lado de Larry Flynt, el creador de la revista Hustler, y de Hugh Hefner, la mente detrás de Palyboy, Fabian Thylmann, el dueño del portal Youporn, tiene un lugar privilegiado en el olimpo del porno. Este genio de los sistemas con pinta de nerd levantó de la nada un imperio dentro de la pornografía online en muy pocos años. Thylmann es el fundador de YouPorn, la web de contenidos para adultos con más éxito de la historia. No en vano lo llaman el Zuckerberg del porno. Empezó como programador de software. Desarrolló un programa llamado NATS para el cálculo de la inversión publicitaria en los sitios web y obtuvo millones de euros al vender los derechos a una empresa. Con las ganancias arrancó su carrera en el lucrativo negocio de la lujuria. Tan solo un año después de su fundación, en 2006, YouPorn ya facturaba más de 100 millones de dólares mensuales en publicidad. Este portal, con una plataforma muy parecida a YouTube, no es otra cosa que un agregador de contenidos ajenos (con vídeos de otras productoras, imágenes pirateadas y grabaciones caseras) que obtiene dinero a través de grandes paquetes de publicidad. Hoy YouPorncuenta con más de 300 millones de usuarios registrados y 16.000 millones de clics mensuales y se encuentran entre los 110 sitios más populares en el planeta. Pero esa es solo una de las más de 35 empresas que se han especializado en la operación de sitios web con contenidos para adultos. Estos incluyen páginas tan populares como "Pornhub" o el alemán "MyDirtyHobby" y "Amateursexportal". También se encarga del marketing online y los canales de televisión de la marca Playboy. Sin duda un negocio redondo que puso en jaque a la industria del porno tradicional. Sin embargo, tal parece que las autoridades le encontraron el talón de Aquiles: la evasión fiscal. Thylmann está en cárcel preventiva desde el pasado 4 de diciembre por presunta evasión de impuestos a gran escala. Según los fiscales, el magnate del porno online evadió decenas de millones de euros a través de negocios como YouPorn, Pornhub o MyDirtyHobby, entre otros. Por lo pronto la investigación continúa y Thylmann está en libertad condicional tras pagar una fianza de más de 10 millones de euros. Una suma nada despreciable que demuestra lo jugoso de la industria del sexo que ya no es censurada por cuestiones morales, sino porque no reparte sus cuantiosas ganancias con el fisco.