La semana pasada se inauguró en Washington un monumento al presidente Franklin Delano Roosevelt, el demócrata que sacó a Estados Unidos de la Gran Depresión y lo condujo durante la Segunda Guerra Mundial. El acto estuvo rodeado de controversia porque Roosevelt no podía caminar como consecuencia de la polio y ninguna de las estatuas lo presenta en su silla de ruedas. El presidente Bill Clinton ha anunciado que presentará un proyecto que autorice la erección de una imagen de esas características como homenaje a los minusválidos de su país.