En material electoral el uribismo se sigue consolidando como una fuerza política en el Valle del Cauca. Sin embargo, si el centro y la izquierda estuvieran unidas, hubieran duplicado con creces al candidato Iván Duque.Esa es una de las conclusiones que arrojaron los resultados de las elecciones presidenciales de este domingo 27 de mayo, en las que el aspirante uribista ocupó el primer puesto en este departamento, con 524.000 votos. Logró vencer en 29 de los 42 municipios.Le recomendamos: "Quiero ser el presidente que una nuestro país y no gobierne con espejo retrovisor": Iván DuqueVea el mapa electoral:Esa hazaña ya la había logrado el Centro Democrático en las pasadas elecciones al Congreso, al convertirse en el partido político más votado, al superar los 350.000 votos. Solo el partido de La U, que en el Valle lidera la gobernadora Dilian Francisca Toro, pudo pisarle los talones electoralmente en esa contienda.El mapa electoral del uribismo en el Valle también coincide con otra realidad política, ya que buena parte de los municipios donde ganaron, en especial los cordilleranos y cafeteros, son considerados baluartes del conservatismo.
Foto: Daniel Reina/SEMANANo obstante, la otra sorpresa de las recientes votaciones en esta región del país consistió en que el segundo puesto no lo ocupó Gustavo Petro, como muchos imaginaban, sino que fue para Sergio Fajardo, quien logró 499.918 votos. El candidato de la Coalición Colombia ganó solo en cuatro de los 42 municipios del Valle, pero su trepada se debió a que se alzó con el mayor fortín electoral del departamento: Cali. En esa ciudad, Fajardo obtuvo 283.146 votos, es decir, el 32.5 por ciento, mientras que Duque sacó 246.460 votos. El tercer puesto fue para Petro, con 229.929 votos. Así las cosas, Sergio Fajardo fue el amo y señor de los electores en la Sucursal del Cielo, pero ese liderazgo no fue suficiente para vencer.Le sugerimos: La hoja de vida de DuqueLo que sí llamó la atención es que le arrebatara el segundo puesto a Petro, no solo porque el candidato de la Colombia Humana dio muestras de movilizar a miles de simpatizantes y llenar las plazas públicas durante la campaña, sino porque históricamente el suroeste del país ha sido cuna ideológica de la izquierda.En esa región se gestaron movimientos revolucionarios como el Quintín Lame y es allí donde se libra una batalla por la propiedad de la tierra entre comunidades indígenas, afrodescendientes y terratenientes. Otro antecedente de esa tendencia ideológica es que en estas elecciones Petro y la izquierda ganaron en cuatro de los cinco departamentos del suroeste colombiano (Chocó, Cauca, Nariño y Putumayo).
Sumado a ello y al igual que en el resto del país, la abstención fue derrotada y de manera apabullante. En la primera vuelta presidencial de 2014 solo participaron el 36 por ciento de los vallecaucanos habilitados para votar; mientras que este domingo la cifra de participación superó el 51 por ciento. Es decir, acudieron a las urnas 1.781.205 electores, de los 3.476.616 habilitados para votar.Vargas, el gran perdedorLa derrota política más sonora en el Valle, como en el resto del país, fue la del candidato presidencial Germán Vargas Lleras, quien solo obtuvo 136.806 votos, lo que equivale al 7.8 por ciento. El ex vicepresidente no ganó en ninguno de los municipios de este departamento.Si bien los analistas coinciden en que el voto presidencial es motivado por las convicciones, los ideales y allí hay poco margen para las maquinarias políticas, varias razones hacían pensar que éste podía dar la pelea en el Valle del Cauca. La primera, y quizás la más fuerte, es que Cambio Radical, el partido político del ex vicepresidente, fue la sorpresa electoral en marzo pasado: de un senador pasó a tres y aumentó su caudal electoral en un 54 por ciento.Puede leer: Iván Duque, de "pollo" a “gallo con espuelas”
Seguidores de Vargas Lleras observando los resultados. Foto: Guillermo Torres Reina/SEMANAAdemás, en el Valle era un secreto a voces que la estructura política de la gobernadora Dilian Francisca estaría apoyándolo. Hay que recordar que su movimiento, conocido como Nueva Generación, aumentó de cuatro a cinco sus cuotas en el Congreso.Por eso llama la atención que pese a las maquinarias políticas que hubo detrás de la aspiración de Vargas Lleras, dicho poder no se reflejara en las urnas. Valle fue la sucursal del cielo para Duque y Fajardo, y el infierno para Vargas.