La creciente ola de violencia en la zona fronteriza con Ecuador tiene en alerta a las comunidades que habitan en esta zona del país. En Nariño, el enfrentamiento por el control del narcotráfico pasa factura a la población civil, que ha empezado a huir de la incertidumbre.La ONU señaló que el pasado 4 de julio, tras los enfrentamientos entre el grupo disidente de las Farc autodenominado Frente Oliver Sinisterra y la organización Gente del común, más de 400 personas de la región abandonaron forzadamente su territorio.  Puede leer: "¡Esta guerra no es con nosotros!", Tumaco volvió a marchar por la vida y la justiciaLas víctimas, entre las que hay 232 niños, habitaban en las aldeas Fátima, El Cedro, Papi La Playa, Papi La Unión, Papi Trinidad, Pato y Tamaje, del municipio Roberto Payán, a cuya cabecera municipal se han dirigido. Allí, parte de los desplazados se asentaron en la Institución Educativa Eliseo Payán y en casas de lugareños, mientras que otro grupo de víctimas se dirigió a la vereda La Turbia y al municipio Olaya Herrera. La estela de víctimas del desplazamiento forzado en el país crece. Más de 7 millones de personas habían sufrido esta tipología en el conflicto interno. Sin embargo, la desmovilización de las Farc no ha sido suficiente para superarlo. La disputa de los grupos ilegales y bandas criminales emergente por controlar la zona deja en la mitad a estas comunidades del suroeste del país.Nariño ha sido un lugar estratégico en la geografía de Colombia. Allí, el narcotráfico ha creado un emporio que parece no tener control. Tanto las autoridades colombianas como las ecuatorianas han unido esfuerzos en los últimos meses para poner fin a las conductas delictivas que han acabado con la vida de ciudadanos de ambos países en este territorio. Le recomendamos: Pese al fin del conflicto, más de 1.000 desplazados se registraron en solo cuatro díasEl frente Oliver Sinisterra, liderado por Walter Patricio Arizala Vernaza, alias Guacho, es el responsable del secuestro y posterior asesinato de tres integrantes de un equipo periodístico del diario quiteño El Comercio.De igual forma, se les acusa del asesinato de la joven Katty Velasco Pinargote y Oscar Villacís Gómez, ecuatorianos secuestrados en abril pasado en la provincia fronteriza de Esmeraldas.Con información de EFE